ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Las palabras tienen sus vínculos. Los diccionarios etimológicos guardan con celo los «lazos» lingüísticos indisolubles entre ellas, pero más allá de sus orígenes hay otros parentescos. A veces ni siquiera cercanas son, y sin embargo, distando sus conceptos, se les antojan al que habla y se cuelan en la conversación.

No era precisamente de ella que estábamos hablando cuando se nos «atravesó» en la charla que ahora escribo una que no suena bien y luce peor: la adulonería. Fue suficiente para que quedara a un lado el tema sostenido y con la fusta de quien no la puede admitir le hicimos a cuatro manos un retrato «personalísimo», que cada lector desde su experiencia podrá incrementar.

Teme siempre quien elogia, que es acto sano y cortés, que se le tenga por lisonjero.

Teme porque no es lo mismo, y porque estando tan de moda el «arte» de adular –o mejor dicho, habiéndose ejercido desde siempre–, nadie que sabe bien de sus «simas» quiere para sí tal etiqueta. Apena saber que para unos cuantos la adulonería es un ejercicio cotidiano del que si se tomara conciencia  no pasaría de ser un remoto fósil y  basta asomarnos al mundo para ver que no es así.

La adulonería es una vergüenza de la conducta humana que no sabe de inocencia, calcula cada sílaba exhalada y sabe perfectamente a dónde quiere llegar aunque para ello se vista de fantoche.

Muy lejos de la afición espontánea y franca que sabe de cortesías y del bien que provoca decir o recibir una aprobación, está la actitud empalagosa del adulón, arruinadora de todo colectivo humano –ya sea familiar, laboral o institucional–.

Herramienta de los siervos del aplauso, se trata de una estampa, mucho más frecuente de lo que debiera verse.  

Causa de estragos no siempre reparables, tanto en el servil, que resquebraja su imagen, como en el que hace el papel del adorado, la adulonería extiende su radio de acción incluso hasta a los que están ajenos del fenómeno, porque si el que gusta de ser adulado tiene poder hará pagar de algún modo su altivez al que no se dobla para extenderle la alfombra.

Ningún lisonjero adularía a aquel del que no puede obtener provecho, por lo que casi siempre su objeto recaerá en la suela del jefe –o del poderoso, o del más fuerte o cruel del grupo–  que si no es de los que espanta a esos seres de su lado, se arrellanará frente a su mesa, escuchando el empalago de la aprobación, y desoirá a los que discrepan, desechando otros aprecios.

Aunque su modus operandi sea objeto de burla, nada de gracioso y mucho de pernicioso tiene el adulón, quien con su permanente e irracional asentimiento, crea fisuras entre los decisores y el resto de las personas, e indispone a actuar a aquel que ha generado dentro de sí alguna iniciativa, porque el adulón es aplastante con el menor atisbo de inteligencia rival que pueda «robar» los «afectos» de su superior.

Una lealtad incierta, que dura lo que dura el poder, deja ver a las claras el rostro intrigante del que encuentra en la adulación una forma de escalar. Los hay aprendices y expertos, a veces les va «bien» y consiguen de todo, menos ser bien vistos por los cautos. La adulonería se nota. No podría esconderse, porque su ejecución surte más efecto en los públicos, donde el venerado se baña de deleites.   

Conociendo muy bien el sonido del golpe seco de un cuño, la caligrafía inconfundible del que firma con frecuencia, o el tono de voz de los que se saben temidos y admirados, para algunos la preferencia es esta casta de la autoridad, donde entran funcionarios, políticos, intelectuales…, pero ni siquiera es la única.

Hasta la belleza física, la vestimenta cara, las posibilidades económicas y la falta de escrúpulo –que es otro de los nombres de la cobardía– pueden ser objeto de estos empachos.  

Los que merodean la belleza, y reptan a la sombra de la más linda o la del que tiene mejor porte, acrecientan vanidades, además de que en estos parajes se disminuyen. Los que se convierten en eco de los abusadores, con toda seguridad les temen y buscan en el revoloteo el complot mezquino para «ganar» su paz.

Algunos especializados, acaso los «profesionales del sector» llegan a ser muy interesantes, y sabiendo lo mal visto de la «carrera» escogida, miden la dosis exacta de vítores consumados para no acaramelar  a primera vista. Estos prototipos humanos saben que las alabanzas en exceso pueden llegar a ser repulsivas y contraproducentes y son diestros en manipular a su objeto de trabajo. Son los más peligrosos porque en su habilidad procuran ocultar el ejercicio y gustan de hacerse confidente y consejero de los importantes.  

Como verdaderos dramaturgos son oradores instintivos que saben qué palabra colocar en cada momento de la reunión, o a solas, o cuándo basta un simple movimiento de las comisuras o cierta mirada de aprobación, para obtener el efecto deseado.

Pero más triste, acaso más miserable que el adulón, es la realidad del adulado, que ignora su indefensión,  que precisa como viga de su espíritu al paladín que nutre sus vanidades.  Sintiéndose favorito está inmensamente solo. Baste para saberlo que llegue el día en que no pueda servir al adulón y verá cómo se trueca yermo el escenario donde hasta ayer cantaron los siervos con voces de sirenas.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

ramon dijo:

1

16 de junio de 2017

08:37:56


Ese "ser humano" que acabasç Ud, de describir, es parte del folklor cubano y lo lastimero es que prolifera y nos hace la vida un yogur a quienes sin desconcer el mérito no tenemos nada de servilismo. Esas son las "amistades", las "conexiones" que muchas personas tiene para "resolver" pasando por encima de los derechos de los demás, cuando menos. Gracias por el buen artículo, ojalá ellos lean y se averguencen,

Orestes Oviedo dijo:

2

16 de junio de 2017

09:37:42


Muy bueno el articulo que pone en la palestra publica una de las condiciones humanas mas mequinas y repugnantes El adulón es una persona que abunda en la sociedad cubana , que no se busca problemas y es incapaz de llamar AL PAN, PAN Y AL VINO VINO, prefiere las TENDENCIA ROSADITAS y repetir como un buen CORIFERO lo que expresa el jefe, sin un análisis profundo del planteamiento. En el artículo se plantea: ALGUNOS ESPECIALIZADOS, ACASO LOS «PROFESIONALES DEL SECTOR» llegan a ser muy interesantes, y sabiendo lo mal visto de la «carrera» escogida, miden la dosis exacta de vítores consumados para no acaramelar a primera vista. Estos prototipos humanos saben que las alabanzas en exceso pueden llegar a ser repulsivas y contraproducentes y son diestros en manipular a su objeto de trabajo. Son los más peligrosos porque en su habilidad procuran ocultar el ejercicio y gustan de hacerse confidente y consejero de los importantes. Los medios masivos de difusión no están exentos de contar con personas PRACTICANTES DE LA ADULONERÍA a los jefes y CENSURAN cualquier criterio de los humildes que no comparta su posición. El Comandante Ernesto Che Guevara desenmascaro a esos personajes en su articulo EL HOMBRE Y EL SOCIALISMO EN CUBA expresando Nuestra tarea consiste que la generación actual, dislocada por sus conflictos, se pervierta y pervierta a las nuevas. No debemos crear ASALARIADOS DÓCILES AL PENSAMIENTO OFICIAL, NI “BECARIOS” que vivan al AMPARO DEL PRESUPUESTO, ejerciendo una LIBERTAD ENTRE COMILLAS. El escritor Francisco Quevedo expreso: PUEDE HABER PUÑALADA SIN LISONJA, MAS NUNCA UNA LISONJA SIN PUÑALADA. EL AUTOR INTELECTUAL DEL ASALTO AL CUARTEL MONCADA expreso “LA ALABANZA JUSTA regocija al hombre bueno, y MOLESTA al envidioso. La ALABANZA INJUSTA daña a quien la recibe y daña mas al que la hace LA ALABANZA EXCESIVA REPUGNA con razón al ánimo viril. Los que desean toda la alabanza para sí, se enojan de ver repartida la alabanza entre los demás” O. C. Tomo 1 pag 369-370) Sucede siempre que el DESMEDIDO ELOGIO empequeñece lo que pretende ENSALZAR O. C. Tomo 6 pag 388 Los HOMBRES abandonan a los que se deciden a VIVIR SIN ADULARLOS O. C. Tomo 13 pag 38 ADULAR AL FUERTE Y EMPEQUEÑECÉRSELE ES EL MODO CERTERO DE MERECER LA PUNTA DE SU PIE MÁS QUE LA PALMA DE SU MANO Cita de Gonzalo de Quesada y Aróstegui en el Volumen 6, “Hombres”, de la Colección Obras de Martí, p. 6. Tomado de: Emilio Roig de Leuchsenring. Martí, antiimperialista. Ministerio de Relaciones Exteriores, Segunda Edición Notablemente Aumentada, La Habana, 1961, p.39 saludos cordiales Oviedo

cubana dijo:

3

16 de junio de 2017

11:46:48


Exelente comentario, tan despreciable es el adulador como el que se sube en las nubes por la adulacion, para los que dedican su vida a la mansedumbre por alguito mas que el resto dan pena, son personitas bajas y decadentes que un dia el que adularon tanto al no servirles mas lo tira a un lado como lastre.

er incurto dijo:

4

16 de junio de 2017

12:26:19


Es realidad, la adulonería es fruto de la vanidad humana. Hay adulones si, pero hay muchos mas equivocados, engreídos, incultos, cobardes, inseguros, altaneros, abusadores, etc. Toda la legión anterior a través de la Historia a necesitado de alguien(s) que le diga que bien lo hace, que inteligente es, que apuesto, que valiente, que decidido, que oportuno, que magnánimo etc. En el acto de un Triunfo Romano que era en realidad un supremo acto de adulonería había un personaje que jugaba el papel de anti adulonería por decirlo de algún modo. En el primer carruaje se movilizaba el dignatario al que se le había concedido el triunfo y su familia. También un esclavo cuya tarea era irle diciendo en el oído al homenajeado -Mira hacia atrás recuerda que eres mortal - es difícil resistirse una lisonja sobre todo si es oportuna. Ahora que en el Mundo la neurona esta en peligro de extinción eso de que te digan Made !!!Que inteligente tu eres!!!! yo no se como a ti se te ocurren esas cosas de las que escribes, estas escapaaa..!!!! Suena bien . Por cierto no se porque en nuestra cultura popular se le llama chicharroneria, tracataneria. o guataquería. !!! Nosotros los cubanos le ponemos cada nombre a las cosas!!! Ven ya estoy cayendo en guataquería a nosotros mismos.

Antonio J. Martínez dijo:

5

16 de junio de 2017

18:40:10


Made, muy buen artículo en tu pagina de costumbre; gracias. Lamentablemente abundan esas pseudo personas, síndromes anti-éticos. El peligro de los que tienen adicción por que los exalten, es mucho mayor cuando tienen cierta dosis de poder y como dices quien no se dobla para extenderle la alfombra puede “perecer” en la contienda! Antonio J. Martínez Fuentes

Midy dijo:

6

19 de junio de 2017

09:39:23


Artículo excelente. Lástima que sea una realidad, porque los aduladores abundan en todas las esferas.

Ganadero dijo:

7

20 de junio de 2017

08:54:02


¿Bufón, o adulón cubano del siglo XXI? El Bufón fue un personaje que existió, hace ya, miles de años y su razón de ser, era el de hacer reír a Reyes, Príncipes y personajes de la mas alta y variada alcurnia, lo mismo imitaba a un Perro, que a un Cerdo, a una Hiena, a una Rata, que hacia de Serpiente o de cualquier otro Reptil, no importaba que cosa realizar, lo importante era la de hacer reír y divertir a sus superiores, pues era su trabajo y por ello recibía su remuneración, y tenia que hacerlo bien, pues si no lo lograba, el destino de muchos era el sacrificio. En la actualidad existen, pululan por doquier Bufones, pero diametralmente muy distintos, a los de aquella época y su Bufonería, (rectifico, disculpen) adulonería, como se dice en el Argot popular, le ha venido como anillo al dedo, a no pocos que les agrada que le Bufoneen, o lo adulen, pues ellos por lo general también lo hacen con sus superiores, incluso esta demostrado que es un elemento a fin para mantenerse en el cargo, ser promovido o al menos en la mayoría de los casos para no buscarse problemas y estar a bien con el Jefe, mediante este acto bajo y servil de obscuros intereses personales. Ser un buen Bufón o adulón de la actualidad, demanda destreza, especialidad, inteligencia, entrega total a su perjudicial practica constante, a tal limite de despojarse de atributos personales importantes y quedarse sin el mas mínimo vestigio de dignidad, y de principios éticos; Además adquiere tan alto grado de comprensión e interpretación, que este adulón, nunca lo presenciaras antagonizar con su superior exponiendo un criterio distinto, ni incluso similar, por lo que también carece de principios propios, su interpretación e imaginación es superexquisita y hasta clarividente, a tal punto que casi siempre, sin que el jefe termine de exponer tal o mas cual idea, esta constantemente accediendo afirmativamente con la cabeza, incluso, disfruta de una memoria excelente, capaz de grabar hasta los errores en la expresión, pues cuando pide la palabra para comentar cualquier opinión sobre lo abordado por su superior, repite exactamente lo que el director dijo, manifestando siempre su absoluta aprobación, por lo que también carece de la capacidad de discernir a favor de la mejor solución, de conocimientos y creatividad propia. Este personaje, rechazado y criticado por la mayoría, sabe todo lo que le rodea, domina a la perfección los acontecimientos del entorno, con el solo propósito de mantener actualizado al superior, pero no domina nada por lo que se le retribuye salarialmente, por su trabajo en si, y confunde tanto al superior que a veces este piensa que su trabajo es lo que le caracteriza. El buen Bufón o adulón de la actualidad, practica su nociva profesión, no solo en una reunión, sino, que aludiendo cualquier pretexto de forma diaria, se desliza con intensa frecuencia a visitar, aunque no sea llamado, las oficinas donde ejecuta sus labores de dirección su superior, lo suyo es ver, y que lo vea el superior, expresarle preocupación, tales como preguntarle por su salud, hasta como durmió, la familia, le refiere lo bien que estuvo en la reunión anterior, e incluso sobre algunos comentarios positivos, aunque los mismos no existan, etc. y le brinda sin pedírselo su colaboración o ayuda, por su gran habilidad planifica el encuentro y le saca conversación sobre algún tema que sabe que es de actualidad, de priorizada preocupación y ocupación del jefe, o de aquel que conoce, es su hobby, con regularidad hasta le chismea verbalmente de presuntos responsables de alguna pifia, nunca en documentos oficiales, pues ello lo compromete, siempre pidiendo por supuesto la mayor y más estricta discreción. Un buen Bufón o adulón actual, por tal de estar apegado a su jefe, aunque tenga apetito por el horario, y en detrimento de su salud, va al comedor a destiempo, para hacerlo con su superior o para hacer presencia aunque sea, cerca de el, se conocen de casos que se han quedado hasta sin almorzar esperando al Jefe; De igual manera, esta técnica de acercamiento la practica el adulón en espera de una reunión, o cualquier otro tipo de congregación, incluso si el Jefe al que el adula no va a dirigir la actividad, busca el mecanismo de sentarse o ubicarse cerca de este, la cosa es cumplir a satisfacción con su despreciable protagonismo. Una de las característica de este Bufón contemporáneo cubano, es que se ausenta antes o inmediatamente posterior al horario de almuerzo, cuando conoce que el jefe no esta y aparece a veces, cuando ya casi la jornada termina, si sabe que este retorna, para dedicarle tiempo a su trabajo de agradar, de halagar y estar cerca de su superior, tratando de hacer creer que le dedica tiempo al sobrecumplimiento de sus responsabilidades. El adulón eficiente del siglo actual, no escatima momento para hablar en forma positiva de lo que dijo el superior, a veces, en su desenfrenado y enajenado delirio de aparentar, de su relación intima con su superior, hasta dice cosas que no manifestó el jefe, y lo practica constantemente, en los pasillos, en el comedor, en el intermedio de una reunión, hasta en la guagua, en la cafetería y el pobre, mediocre y ridículo funcionario no se da cuenta que molesta a muchos que no son adictos a su profesión, pues lo conocen a saciedad, lo critican, ratifican su nula valía, a la vez de experimentar nauseas por su presencia. Este Bufón de la época moderna, es un adulón por excelencia, es piltrafa social, indigno, y carece de prestigio, practica a costa de todo la doble moral, y que es capaz de la traición hasta con la Patria y sus compañeros más allegados, por tal de lograr promoción, perduración en el cargo o mejoras por intereses personales. El adulón del siglo XXI Cubano ejecuta tan eficiente su trabajo, que a veces, no se sabe, si es el superior el que hace reír o es el, pues cualquier comentario que realiza el superior, aunque no lo diga con el fin de hacer reír, siempre el adulón responde con su sonrisita, acostumbra hablar con misterio, le inspira sobre manera ser el centro, nunca lo veras solo, siempre flotando, merodeando, en su afán de saber se arrima a cualquier grupo aunque no sea llamado con la finalidad de que poder chismear y por lo general no mira ni fijo ni de frente a su interlocutor, su papel de agradar es tan ilimitado que hasta cuando habla en una reunión nadie es responsable de resultados o actos negativos, en este caso es el colectivo, casi nunca cumple acuerdos o tareas a el impuesto y cuando se los chequean se limita, a dar explicaciones insólitas, enfatizando en historietas anacrónicas e incoherentes, al final lo que hace por lo general es proponer otro acuerdo supuestamente mas efectivo que el que no cumplió y de esa forma ratifica su acostumbrada e inmunda actuación. Este personaje nunca acepta responsabilidades negativas de su trabajo, los incumplidores siempre son otros, es envolvente, cínico. mezquino, y nunca dice verdades cuando estas pueden poner al descubierto su inacción o falta de efectividad personal en el cumplimiento de su verdadera responsabilidad, socava, y daña silenciosamente colectivos obreros, dadas sus cualidades de desperdicio social. Al adulón no le agrada en nada que lo descubran, ni incluso que le insinúen que lo es, o que se note referido, se irrita y se convierte irascible en oportunidades, a tal punto de no poder dejar de demostrarlo, igual comportamiento experimenta el que le agrada que le Bufoneen, además, de defender a ultranza, a su rastrero funcionario. La adulonería es practicada por personajes de ambos sexos indistintamente, por lo que, existe el adulón y la adulona, no prevalecen tendencias, preferencias, ni limitaciones en edades, estatura, color de la piel, preparación profesional, grueso, delgado, integración revolucionaria, ideología, creencias religiosas, físicas, ni de ascendencia, incluso ni de rango administrativo, y es muy condicionada su existencia por la envidia, complejo de inferioridad, frustraciones, manías de grandeza, puestos de trabajo sin contenido, homologuismo y determinada su practica por debilidades administrativas y políticas, al permitir estos niveles de dirección según correspondan, que tales males subsistan en innumerables centros laborales, por lo que estas características la convierten en una practica maléfica, altamente peligrosa por sus influencias contaminantes y camaleónicas, a tal punto que; Raúl Castro Ruz, nuestro General Presidente refiriéndose al tema manifestó y Cito; Téngale más miedo a un adulón que a un agente de la CIA. El agente de la CIA tiene que trabajar muy bien sea para ser promovido, y poder hacer mas daño a la revolución, sea el que sea, a los niveles que sea, a eso hay que espantarlo de al lado como a la misma muerte, como a la peste. Fin de la cita.

Ruben Mayo Marquez dijo:

8

20 de junio de 2017

13:00:55


Sin ADULARLA debo decirle que me gustó mucho su articulo...tener en cuenta que estamos en una era donde esas personas abundan. Gracias

rolandogh dijo:

9

24 de junio de 2017

12:19:03


Los adulones son inofensivos mientras no obstenten un cargo público donde supuestamente deban servir a los humildes o al pueblo. Se ha creado una cultura de la adulonería donde la necesidad de los adulones no es mayor que la necesidad de los adulonerados de oir las lisonjas de los primeros.

Enrique dijo:

10

27 de junio de 2017

05:13:20


Me ha gustado mucho su artículo, me parece necesario al igual que los comentarios. Este eterno y místico personaje, casi májico tiene la propieded del camuflaje al igual que el camaleon, el pulpo y otras especies. Si hace daño y más cuando el adulado tiene bajo su sombra toda una serie de especies a la cual el puede regular el % de luz solar. Cuando este personaje, que sin duda con tan exitosa estrategia eleva su estato de mando, corriendo el riesgo de perder a su adulado jefe ya que el es el mismo jefe. Y para no perder su profesionalidad en esta materia se mira al espejo y dice Muy bien dicho Jefe.

jaime antonio toledo Vidal dijo:

11

28 de junio de 2017

11:49:39


barbaro te felicito bueno y oportuno te recomiendo un audiovisual que refleja muy bien el tema en cuestion ( si no puedes encontrarlo yo te lo hago llegar a la redaccion ) de la serie sex machine el de la falsa unaminidad protagonizado por luis alberto garcia mi movil en caso de que consideres lo que te propongo es 54700581 ah soy profesor