ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Lo que abunda, no daña, menos si apuntamos a un recordatorio vigente en cada minuto —durante el año entero— igual en periodo lectivo como en las esperadas vacaciones.

Cuidar la vida es sinónimo de respetar las leyes del tránsito, sin que ello se convierta en una camisa de fuerza contra la diversión y el relajamiento, especialmente en nuestro caluroso verano, cuando recesan las clases y crece el número de personas en la vía.

Disfrutar sin tener que lamentar. Esa es la máxima cuando asumen una gran responsabilidad tanto aquel conductor de un vehículo como quienes lo acompañan, pues si la amenidad de la jornada se busca en verle el fondo a una botella de ron —aunque sea en familia— no vale de nada que el chofer se mantenga alejado de la bebida si sus parientes o amigos, pasados de copas, lo distraen durante el viaje, incluso, con la impertinencia de aquel que a esa hora, sin claridad para ponerse al volante, quiere sobresalir ante los demás.

Hoy, lamentablemente, en Cuba muchas personas no conciben la diversión si mesa por medio faltan la botella de cerveza o la de cualquier otra bebida alcohólica, acompañada por algo para “picar”. La música, el relato de una anécdota interesante, la conversación placentera —en parejas, grupos o familiar— pasan a un segundo plano cuando los participantes se sumergen en esa euforia que acaba por ahogar la claridad mental y la fuerza motriz. Incluso, en un avanzado estado de descontrol, la fiesta puede coronarla un pleito de todos contra todos con inusitadas consecuencias.

No quedan exentos de estas historias aquellos transeúntes que en una actitud desafiante —montados en varias líneas de su licor preferido— zigzaguean entre los automóviles para cruzar de una acera a la otra, porque ese es su mejor escenario para lucir cuán estimulados y certeros se hallan después de darse varios “toques”, sin pena ni gloria mientras cargan la caneca en el bolsillo trasero del pantalón.

El muro del Malecón habanero, clásico espacio para soltar la imaginación, alimentar el amor y la cordialidad, se puebla a diario de personas de diferentes edades —esencialmente jóvenes— que o bien ponen la botella como centro en su rinconcito preferido o deambulan de un lado a otro de sus ocho kilómetros de extensión, disfrutando del aire puro y la mar tranquila.

En este verano nuestro, la familia se pone de acuerdo para el fin de semana hacer una incursión a la playa. Ese ha de ser un día para estrechar vínculos, descansar de los avatares diarios y no para convertirlo en una presumible tragedia traída de la mano del alcohol. He visto a mayores ebrios, con un niño en los brazos, tambalearse dentro del agua, mientras le muestran al resto sus “probadas capacidades” para resistir y enseñar a nadar al infante, osadía irresponsable muy alejada del sano disfrute en grupo.

Cualquiera de nosotros pudiera aportar una anécdota a estas líneas cuyas intenciones no van más allá de invitarnos a la reflexión, ahora que el calor en ocasiones nos colma la paciencia; ahora que veremos más niños en las calles; ahora que estamos a tiempo para evitar ser protagonistas de una nefasta historia. La cautela siempre será poca, pero, en este tema de tomar precauciones, lo que abunda, no daña.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Jorge dijo:

1

1 de julio de 2016

09:10:19


Estimado periodista: Es bueno su comentario, pero vayamos a la raíz: ¿Por qué se permite que las personas circulen en la vía pública con bebidas alcohólicas en la mano? ¿Usted sabe que eso está prohibido en otros países? Precisamente para limitar todo lo que Usted señala (y con lo cual, coincido). No es que la gente no pueda comprar una botella en una tienda, es que la tiene que guardar en la maleta o al menos, tenerla dentro de un cartucho o una jaba. Claro, habría que exigirle a las tiendas cubanas que cumplan lo que es elemental en TODOS los demás lugares: que den jabas gratis con la mercancía. Pero, volvamos a lo fundamental: ¿qué vale más: garantizar una jaba o perder una vida? Y si está prohibido, Y por último, los que deben exigir el orden deben exigirlo: El nuevo Código de Seguridad Vial prohíbe que en un vehículo, el acompañante del chofer esté tomando bebidas alcohólicas. ¿Cuántas veces se viola esto impunemente? Lo mismo que se viola la música alta en los carros. Para que tenga efecto una ley, hay que aplicarla. Y muchos choferes se quejan de la PNR cuando empiezan a hacer operativos para detectar aliento etílico y hay choferes profesionales que hasta hacen "campañitas" para tratar de dervirtuar estos operativos. Hasta un dçia, en que la hija, la madre o la abuela de ese chofer murió atropellada por un conductor boracho. entonces se preguntan: ¿Por qué no se exige más?

FASV dijo:

2

1 de julio de 2016

09:19:45


IGUALMENTE QUE EL CIGARRILLO VENDAN EL RON A PRECIOS INALCANZABLES.LA CERVEZA TAMBIEN.

Charly Respondió:


7 de julio de 2016

13:19:39

PARA QUE??? PARA QUE RESURJAN LOS ALAMBIQUES CASEROS ????

Triple A dijo:

3

1 de julio de 2016

09:54:13


Muy estimado...extrañaba sus artículos...pues muy de acuerdo con ud. Hace falta ya q en nuestra sociedad, para que sea próspera y sostenible, aparte de todo lo que economicamente abunde, entre ello nuestro salario, pues abunden los valores que se han ido perdiendo poco a poco desde los 90s. Entiendase respeto, honradez, dignidad, solidaridad interna, disciplina social, responsabilidad, verdadero sentido de pertenencia, amor al trabajo y que este sea retribuido como es logico... en fin, qué hermosa sería esa abundancia... Recuerdo ahora a Mercedes Sosa, que hubiese podido cantar... !!!A ese tipo de abundancia...abra la muralla!!! Gracias.

Eddy dijo:

4

1 de julio de 2016

10:34:49


Buena alerta para comenzar el verano.

Nery dijo:

5

5 de julio de 2016

15:12:23


Un comentario especial y digno, tuve la experiencia de poder disfrutar de la playa de Baracoa, en el municipio de Bauta, el sábado 2 de julio del 2016, pero al regreso debía coger el P-10 en el Náutico, (7.00 PM-8.00PM) no tengo palabras para explicarle lo que allí pasó, la indisciplina fue horrible tuve que dejar pasar 3 P, las otras personas que estábamos allí, comentaban que siempre era igual. Tenemos que seguir permitiendo que las personas indisciplinadas puedan apagar un día de alegría a un cubano que lucha y trabaja para un día ir a la playa? Pero la cosa no termina aquí, después de unas paradas se montaron unos africanos (no se de que país) y un cubano bien ebrio , dijo que cuando el pasó se rieron de él, y ahí empezó la cosa, lleno de insultos a los africanos (no los puedo repetir ) inclusive haciendo alusión a personajes políticos de ambos países ,que al final se bajaron después de que ese ciudadano , el insulto más pequeño que les dijo que iba a bajarlos a patadas .Sera posible que no podamos disfrutar de un verano feliz y tranquilos, después que tenemos que hacer tanto para poder disfrutar en familia.

Pepe dijo:

6

18 de agosto de 2016

19:21:26


Amigo fasv leyendo este comentario suyo veo que tiene un pensamiento retrogrado, la cuestión no es prohibir ni elevar los precios. La cosa está en educar en exigir y controlar para que no sucedan estas cosas tan desagradables que nuestro amigo el periodista nos cuenta