ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Si la vocación fílmica de algunos de nuestros “problemitas” cotidianos ha permitido que el cine cubano los tenga como argumentos recurrentes; jamás pensé que alguien pudiera asociar a una película bosnia un par de esos ejemplos tan singulares y propios, al estilo de un crucero de ferrocarril mal reparado, o de los tres metros de tubería albañal, tupida y chorreante, al fondo de un edificio.

La historia breve, contada por un profesor amigo, me convenció de la posibilidad; aunque en verdad la relación con la cinta —ganadora de un Oscar en el 2001— no pasó de la alusión al título: En tierra de nadie.

“Doy clases a muchos cuadros, conozco a varios directores y aprovecho los reencuentros para actualizarme en sus sectores —comenzó el profe—; pero ayer, con un alumno entrañable, hoy alto responsable de la reparación de las vías férreas, aproveché el contacto para expresarle una preocupación.

“Soy de los que pasa a diario por el crucero ubicado entre la estación de trenes y el despacho de bultos, de los más transitados y peligrosos de Bayamo. Sé de la rehabilitación que hicieron en los rieles, pero también del desastre que dejaron en la calle, el asfalto levantado, casi intransitable para quienes lo atraviesan. Y yo, que prefiero la interrogación abierta para que mis alumnos desarrollen mejor su exposición, me limité a preguntarle al directivo: ‘¿y qué me dices del crucero frente al Expreso?’

“Ah, una maravilla —respondió—. Si no fuera una zona de peligro, los trenes podían pasar a 100 kilómetros por hora”.
Mi amigo, que no desaprovecha la oportunidad de una ironía elegante, pasó rápido del asombro a la defensa. “Ya entiendo, y por eso no terminaron la vía asfaltada, para que los miles de carros, coches, bicicletas y peatones que lo atraviesan cada día se lo piensen dos veces antes de cruzar; no vaya a ser que uno de estos trenes, embullado con la línea nueva, los arrolle, porque ni barreras tiene el dichoso paso a nivel”.

A seguidas y para rematar, otro argumento digno de un suspense: el instinto de justificación sacudiéndose las culpas, escudo de algunos que a veces ni notan cuando un pretexto los hunde más en el lodo de la sinrazón. “Ah no, pero lo mío es la línea. La calle es un problema de Vialidad, o de Comu­nales, no sé, no tengo que ver con eso”.

Grave epidemia, salitre que corrompe el enfoque social necesario en cada gestión de la administración pública, resulta esa “corta visión” en la planificación y ejecución de obras a la vista y al servicio de la gente.

A lo mejor, de tanto usarla, se nos vuelve hueca la palabra integralidad, y el descuido convierte entonces las buenas intenciones en causas de inconvenientes nuevos, en solu­ciones parciales que exacerban males viejos, o peor aún, en problemas sin dueños, porque no entendemos todavía que la gestión pública eficiente depende del concilio en función de la obra acabada, del acuerdo entre todos los responsables; sin visiones parcelarias que al término trastocan beneficios en perjuicios, al estilo de esas tuberías instaladas que por mejorar el servicio de agua, cobran el final en calles y aceras rotas.

Lo mejor es no dejar “tierra sin dueño”, o para decirlo bien, “problemas en tierra de nadie”, no vaya a ser que la interpretación literal del consejo, aliente otra propuesta de solución salomónica, como aquella de los vecinos de un edificio manzanillero, hartos ya de la tupición albañal en la tubería bajo los tres metros de jardín que separan el edificio de la acera.

Ante el reclamo insistente del delegado de circunscripción, Vivienda respondió que no le toca, pues solo le compete el interior del edificio; mientras “según  decreto”, Alcantarillado llega con su responsabilidad hasta el borde de la acera.
¿Y el tubo bajo los tres metros de jardín?... tierra de nadie.

Entretanto, los vecinos ya acordaron cambiar el enfoque al planteamiento. No volverán sobre el dichoso salidero por tupición, que hasta cariño le han cogido, sino que elevarán dos propuestas muy serias: o sellar el jardín con hormigón y hacerlo una gran acera, para dar jurisdicción a Alcantarillado; o mejor aún, correr el edificio hasta la obstrucción, para que entonces Vivienda tenga el amparo legal y se ocupe del problema.

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Yulio Zorrilla dijo:

1

20 de abril de 2015

08:31:37


Increíblemente las soluciones absurdas tienen mejor oído y respuesta que las reales y efectivas, en el afán de delimitar responsables de las deficiencia se refuerza la tendencia a "sacudirse" de culpas para no ser señalados y en algunos casos cuidar su puesto de dirección se logra con archivar "evidencia documental" sobre las gestiones infructuosas en la solución de problemas. En fin, los cuadros de dirección caen muchas veces para arriba o en el peor de los casos para el costado y se envejecen "rotando" de puestos y los problemas de la sociedad que causan tanto descontento e incredulidad en el sistema también rotan de jefe en jefe sin soluciones inmediatas y efectivas. Peor aún son las "soluciones" para evitar el desvío de recursos. Por solo poner un ejemplo descubrí con gran admiración cómo para evitar el robo de la materia prima que garantiza la producción del pan en las panaderías en Bayamo se tomó la decisión de distribuir diariamente la misma incurriendo en un gasto descomunal en distribución, haciendo caso omiso a las indicaciones de la Economía de Almacenes y de la propia Economía que demanda hacer más con menos; esto ha traído como consecuencia la demora y consecuente afectación del servicio a la población que lejos de ver mejoría debe ir varias veces a la panadería o recoger el pan al otro día, porque, además, en el horario pico está prohibido hornear aún cuando se vea afectado el pan nuestro de cada día.

osmel dijo:

2

23 de abril de 2015

12:52:34


En tierra de nadie eso pasa en todos los lugares pues la empresa electrica llega nada mas hasta el contador lo que suceda dentro es del morador, pero el breker nunca lo tiene y sin embargo en la calle lo encuentra a precios altos de donde salen. lo de las linias del ferrocarril eso sucede pues no hay coordinacion con los factores, pues debiera existir que las empresa involucradas en el asunto a tratar estuvieran integradas en la reparcion completa como por ejemplo ferrocarril con comunales y a la vez un representante del gobierno para que todo salga como es debido pero actualmente se trabaja al troso sin tener cuidado con el medio en que vivimos.

Luis Castillo dijo:

3

24 de abril de 2015

13:02:07


Mira quisiera saber que position ,tiene peres antunes en la cuba de hoy, yo se lo que el fue en el pasado,

maguero dijo:

4

4 de mayo de 2015

09:03:05


Periodista discrepo con usted cuando dice que los problemas se encuentran en tierra de nadie. NO los problemas estan en tierra del pueblo , porque las tupiciones de un edificio solo afectan a esos vecinos que forman parte del pueblo , es nuestro pueblo quien sufre cuando una vivienda en malas condiciones se derrumba y muere alguien , es nuestro pueblo quien paga todo lo que se roban en una bodega o un mercado , es nuestro pueblo quien sufre cuando recibe un mal servicio y no existe un administrador capaz de cumplir con su trabajo o un funcionario que permanece alejado de los problemas que tenemos aun sin resolver , por eso le ratifico que si estan en tierra , pero del pueblo trabajador.