El cuadre es una de esas tantas cosas que han mutado en la vida diaria del cubano. Sí caballero, porque el uso que se le da al cuadre puede ir de lo romántico hasta ser literalmente un “atravesa’o” miércoles en medio de tu semana.
Ya saben, lo mismo hay quien te invita a un “cuadre” de esos que por sus prometedores resultados “te cuadrará en pila”, que quien con determinación te diga: Oye no “cuadra la caja”; la misma frase que en más de una ocasión te pueden soplar en tono de amenaza.
El cuadre y sus variantes en esta Cuba, alcanzan para una extensa disertación. Pero pongamos, imaginemos a un colectivo de trabajo de esos que se enfrentan a la solución de problemas cotidianos. De tan comunes que son las ecuaciones, ya tienen cuadrada la fórmula que aligere su jornada laboral y arroje “resultados”. Pero, para decirlo a lo Sabina; como la vida no es un blog cuadriculado sino una golondrina en movimiento, un día llega ese problema que exige innovación, esfuerzo y pensamiento. Y que de más está decir viene a “descuadrarlo” todo. Es cuando muchos prefieren no mirar la vida en su complejidad asimétrica para restringirla de golpe a los cuatro ángulos de un cuadrado.
Por otro lado andan los intransigentes sin causa, en su posición de falsa rectitud; los que se cuadran y no ceden, aparentemente, ni a palos. Pero no se engañen, el secreto de un “cuadrado”, está en buscar siempre el cuadre, con sus intereses por supuesto. Porque con ellos hasta el círculo va a tener su cuadratura, en un constante ejercicio de imposición.
En fin amigos, bien polisémico que se ha vuelto el “cuadre”. Es entonces que no sabes si reír o llorar un día de esos en que llegas al DITÚ (entiéndase kiosco que vende chucherías, refrescos enlatados y productos refritos en la misma grasa una y otra vez; y lo de los cuales aún no sabes a ciencia cierta si son de POLLO), y la dependiente, amable pero tajante te dice:
—No puedo vender nada de galletas porque estoy en “cuadre”, pero si quieres puedo despacharte croquetas o refresco.
A ti, lógicamente, esa cuenta no te sirve, y te preguntas: ¿Cómo logra hacer semejante cuadre? Eso, mientras no terminas de convencerte si puede o no vender.
Miras entonces a tu pequeño hijo con cara de no entiendo, pero al que evidentemente ese parlamento y la ausencia en sus manos de galletas “no le cuadra”.


COMENTAR
CARLOS dijo:
1
15 de enero de 2015
22:42:32
Alejandro Gonzalez dijo:
2
16 de enero de 2015
04:09:45
witi dijo:
3
16 de enero de 2015
13:34:05
Osmel dijo:
4
16 de enero de 2015
14:54:57
ariel dijo:
5
19 de enero de 2015
16:54:20
Alejandro Gonzalez dijo:
6
20 de enero de 2015
03:52:16
A. Quevedo dijo:
7
21 de enero de 2015
15:41:48
rafelito dijo:
8
22 de enero de 2015
11:06:03
wenceslao garcia garcia dijo:
9
27 de enero de 2015
18:56:25
delmo dijo:
10
10 de febrero de 2015
14:27:56
net dijo:
11
10 de febrero de 2015
15:22:11
Barbarita E. dijo:
12
13 de febrero de 2015
08:18:38
William dijo:
13
16 de febrero de 2015
09:33:03
Oreste Rosales Medina dijo:
14
17 de febrero de 2015
10:36:22
Meivys Mesa Gonzalez dijo:
15
11 de marzo de 2015
17:04:26
Responder comentario