ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

La afirmación cayó como una centella entre los amigos que se encontraban reunidos en el parque para hablar de diferentes temas. “Si yo tuviera tanto dinero como las veces en que he asistido a un acto, fuera millonario” expresó una persona, al parecer muy bien instruida, quien comentaba acerca del abuso de esta forma de reunión.

Al instante, casi todos asintieron de diversas maneras. Unos con la cabeza y otros con la palabra; lo cierto es que la mayoría apoyó la idea. Yo, que transitaba por el lugar de forma casual, alcancé a escuchar la conversación, la cual me hizo reflexionar durante el resto del trayecto en la aseveración que acababa de escuchar.

Lo cierto es que hay actos y actos, y no todos resultan innecesarios. He visto conmemoraciones importantes, bien preparadas, con un talento artístico de reconocida calidad e intervenciones alejadas de lo rutinario, muy bien pensadas, las cuales han dejado una huella indeleble en los asistentes.

En cambio, hay otras citas en que la gente sabe de antemano que asistirá a una actividad más, hecha como se dice en buen cubano “para salir del paso”. Allí, el orador, más que enseñar y reflexionar de manera culta y bien pensada, prefiere oírse a sí mismo, la mayoría de las veces con una gran autocomplacencia y sin el menor espíritu autocrítico ante los problemas. Para él, todo está de maravillas.

Ante tales hechos, una parte del auditorio decide luego no tomarse el trabajo de ir al próximo, porque piensa que será más de lo mismo. En el peor de los casos, no concretará esa decisión tan drástica y optará por acudir con tal de no “marcarse” ante sus compañeros, por aquello de que la asistencia a estas actividades suele ser un indicador para la emulación individual y colectiva, lo cual es un paso hacia una actitud de doble moral.

Y todo eso ocurre porque, a nuestro modo de ver, se está haciendo un uso abusivo de esa forma de convocatoria. En muchos lugares, por cualquier razón se cita a un evento de este tipo, sin que medie un objetivo específico, ni una preparación previa, de modo que la cita, en lugar de desempeñar un rol positivo, tiene una influencia nociva.

He visto incluso suspender jornadas laborales o sacar a niños de las aulas para llenar espacios, lo cual tampoco ayuda a la sociedad que pretendemos erigir ¿Por qué pensar siempre en celebrar ese tipo de actividad a la hora de conmemorar un hecho histórico? ¿No sería mejor propiciar un intercambio entre los combatientes de esa gesta y las nuevas generaciones, o llevar a los que hicieron la historia a la escuela o al barrio para que narren sus hazañas?

Me pregunto si no es más útil, en especial para los niños y jóvenes, rememorar los aniversarios y proezas de figuras tan importantes como José Martí, Antonio Maceo, Máximo Gómez, Julio Antonio Mella o Ernesto Che Guevara, por solo citar algunos ejemplos, favoreciendo debates acerca de su manera de pensar y actuar.

No creo que sea hora de declararle la guerra a los actos, pero sí de repensarlos, al igual que el exceso de reuniones, desterrando todo lo que huela a fanfarria, y dejar solo aquellos puramente necesarios por lo que puedan aportar a la preservación de las tradiciones, leyendas y cultura, entre otros valores.

En ese sentido, la clave está en diversificar las maneras en que trabajamos para recordar las gloriosas páginas de la historia de Cuba y multiplicar nuestra ideología con más creatividad, y sobre todo, mayor apego a las necesidades específicas de cada lugar, porque no es lo mismo una escuela que una fábrica, y tampoco es igual una primaria a un preuniversitario.

Esa tarea no entra en contradicción con las prioridades de este momento decisivo de la Patria donde, junto a la formación de valores, debemos producir con mayor eficiencia, ejercer un mayor control sobre los recursos y hacer las cosas con la calidad que demanda el pueblo.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Crisanto, de Antón Díaz dijo:

1

12 de septiembre de 2014

13:55:28


Cro Freddy Ángel, usted es villaclareño, yo también. Vivimos en la provincia de los actos. Aquí todo termina con un acto; desde una jornada de higienización, hasta una donación masiva de sangre; y que no le echen la culpa a esa plaza sagrada que tenemos, por favor. No sé que diría al respecto la figura que preside la plaza santaclareña, nuestro Che Guevara, inolvidable. Pero así pasa en casi toda Cuba, aunque no tengan plaza. Y la prensa -lamentablemente- le tiene que dar cobertura, a casi todos los actos. Yo no sé si publicarán este comentario, pero hubo un importante momento, de giro en el país, en que se dijo que ya no se iban a conmemorar las efemérides que no fueran cerradas, aniversarios cerrados. Sin embargo, no se cumplió. Recuerdo que un 30 de noviembre se conmemoró el aniverario 60 de la Universidad Central, con bombo y platillos, incluidos reportes especiales en el NTV Estelar. Y a la semana siguiente se convocó a una conferencia de prensa para informar sobre el programa de trabajo para celebrar el 61 aniversario. Inexplicable, realmente. Así pasa en todos los sectores, viven de conmemoraciones, actos, matutinos especiales, convocatorias a las que la gente asiste sin interés y por inercia. Muchos actos, pero poca producción, poca calidad en los servicios, poca calidad de vida.

El Asistente-Voluntario dijo:

2

12 de septiembre de 2014

18:23:06


Cro. Angel Freddy si la asistencia a los actos produjera bienes materiales seriamos el pais mas rico del universo,su articulo se asemeja a las respuestas dadas por los directivos del MINcin,Cimex etc etc etc toda una parafernalia demagogica

la cienfueguera dijo:

3

13 de septiembre de 2014

11:02:46


Muy de acuerdo con su articulo es verdad que para todo convocamos a un acto, hay efemérides que lo llevan ademas el pueblo los espera pero aveces se hacen actos por cualquier cosa en donde lo menos que se presta atención es a lo que se esta hablando y vemos que se va pues tenemos al jefe de personal con una lista anotando al que va, también se hacen matutinos que no lo único que representan es la perdida de 20 o 25 minutos de la jornada laboral se debe hacer un matutino especial cuando lo a merita una situación dada por la empresa pero para coger un periódico y leer dos o tres noticias que ya la vimos en la televisión, por favor nuestro pueblo lo que mas ve son noticias y no se debe perder tiempo de la jornada laboral en eso, ya lo dije un matutino especial si es necesario pero leer un articulo de periódico para cumplir con una tarea del sindicato no cabe en muchas empresas el sindicato se ha acomodado en esas tareas y no en ver si se le esta pagando lo que debe el trabajador, si esta bien aplicado un sistema de pago, si se atiende a un trabajador enfermo ir mas a lo concreto y no tanta palabrería

Olguita dijo:

4

15 de septiembre de 2014

12:50:48


Freddy, coincido con usted ciento por ciento. Hasta hace poco fui M/B del municipio y respondía por esa actividad la cual hay que poner corazón , cuerpo y alma para que cada acto perdure en cada cubano .