ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Después de la celebración, cuando ya se hayan recogido las decenas de miles de afiches proselitistas, banderas y vallas que decoraron las ciudades y pueblos colombianos durante los últimos meses, aún restará por hacer lo más difícil.

Y es que poner fin a más de medio siglo de conflicto armado por la vía del diálogo y erradicar las causas que lo originaron, es tarea de todo un pueblo, no de un gobierno.

“Tendremos que dar pasos difíciles para que la paz sea no solo justa sino duradera. Y requeriré del apoyo de los colombianos”, dijo el propio presidente reelecto Juan Manuel Santos tras conocer los resultados de los comicios del domingo, en los que resultó vencedor con el 50,9 % de los sufragios.

No caben dudas de que la victoria fue un mandato popular para llevar a buen término las conversaciones que mantiene el Ejecutivo en La Ha­bana con las Fuerzas Armadas Revo­lucio­narias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP)  y los diálogos exploratorios con el Ejército de Liberación Nacional. El candidato Santos apostó por esa carta hasta el final y triunfó.

En el proceso se llevó consigo también a un amplio sector de la izquierda y los movimientos progresistas, que dieron su apoyo a la paz sin renunciar a sus reivindicaciones sociales. Sin el respaldo de esa franja del electorado que en el 2010 no votó por Santos, el desenlace hubiese sido muy distinto.

Sin embargo, todavía son muchas las piedras en el camino hacia el fin de una guerra que ha causado cientos de miles de muertes, el desplazamiento de más de seis millones de personas y la polarización del país.

Aunque el uribismo, encarnado en el aspirante  del Centro Democrático Oscar Iván Zuluaga, resultó derrotado, los casi siete millones de votos que obtuvo en las elecciones son un recordatorio de que aún persiste la visión de una paz a punta de fusil y a cualquier costo social.

Las fuerzas que comanda el expresidente Álvaro Uribe perdieron la batalla más importante, pero han dicho que no van a dejar de dar guerra.

El próximo 20 de julio comenzará en Colombia una nueva legislatura, llamada a tomar decisiones históricas sobre la paz y realizar las transformaciones necesarias en el país.

Por primera vez la oposición en ese terreno estará encabezada por Uribe, ahora senador electo, a quien se suman 20 legisladores del Centro De­mo­crático. En el nuevo campo de batalla pueden ser minoría, pero seguramente el peso de los sectores de poder que los apoyan se hará sentir con fuerza.

Las elecciones del domingo dejan también una gran preocupación. La mitad de los colombianos en condiciones de hacerlo decidieron no asistir a las urnas, mientras un 4 % se decantó por no apoyar a ninguno de los dos.

Ya sea por falta de confianza en el sistema político colombiano o por descontento con los candidatos en pugna, la abstención es una preocupación latente de cara a una posible refrendación de los acuerdos de paz, cualquiera sea el método utilizado.

A diferencia de los comicios del pasado domingo, en la votación por la paz con justicia social para Colombia no existe una casilla para votar en blanco.

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toyo dijo:

1

18 de junio de 2014

08:03:34


Es tiempo de que los problemas nacionales se resuelvan en las urnas y no en las selvas,que la justicia social se logre con los votos y no con las balas y que esa anacronica herencia de la guerra fría que es la FAR,se incorpore al proceso democrático donde tendrán mas posibilidades de victoria,como ocurrió en Nicaragua o el Salvador,que a traves de la violencia

tusabes quien es dijo:

2

18 de junio de 2014

20:02:28


como siempre digo este periodista no solo es el mas talentoso sino el mas lindooo

Luis Martinez dijo:

3

24 de junio de 2014

09:42:27


Mira, creo que Santos jamás quizo la paz, sería un verdadero milagro, si el presidente Colombiano se transformaría en un buen chico-en un samaritano- y eso que yo soy ateo y no creo en los milalagros. Los USA, no permitirán , que hayan cambios y paz entre colombianos, 7 bases militares, la perdida de control con los países del ALBA , del BRASIL,ARGENTINA y otros, no dan esperanza,para que, las cosas lleguen a buen fin. Un saludo revolucionario a todos mis hermanos CUBANOS y a nuestro comandante FIDEL.