ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El acuerdo alcanzado recientemente entre Al Fatah y Hamas fue celebrado en las calles por los palestinos. Foto: Reuters

Tres factores, en mi opinión, han hecho imposible la paz para Palestina. El primero de ellos es el papel de los gobiernos de Estados Unidos —todos— con una política falsa, de doble moral, en la que tratan de dar la impresión ante el mundo de que abogan por negociaciones y hojas de ruta, cuando en realidad lo que hacen es sostener al agresor israelí, al que le facilitan todo tipo de armas, dinero y apoyo político y diplomático incondicional.

El otro factor es Israel, con gobiernos comprometidos con una estrategia de guerra que llega hasta el genocidio contra la población palestina.

Y un tercer factor ha sido la división del movimiento palestino, bien aprovechada por sus enemigos sionistas que hacen válido aquello de “divide y vencerás”.

Así han transcurrido décadas de enfrentamientos en las que se ha derramado la sangre del noble pueblo palestino por el reclamo de crear un Estado libre e independiente con capital en Jerusalén oriental.

Ha sido esa una herida abierta a la que ahora, con la integración de un Gobierno conjunto entre los grupos Al Fatah y Hamas, parece recibir una cura que ojalá y resulte definitiva.

“Hoy declaramos el fin de la división que ha causado un daño catastrófico a nuestra causa”, declaró el presidente palestino Mahmoud Abbas, una vez sellado el acuerdo entre ambas organizaciones y constituido el Gobierno con ministros de los dos grupos.

La tarea inmediata para los próximos seis meses, será la de conducir la vida política, económica y social en Gaza y Cisjordania y convocar nuevas elecciones presidenciales y le­gislativas que acaben con las actuales estructuras de poder.
La reacción israelí, como era de esperar, fue inmediata: cortará todos los lazos con este nuevo gabinete, salvo los estrictamente necesarios para mantener la seguridad de su propio territorio, y cataloga al movimiento Hamas como terrorista, tal y como lo define Estados Unidos.

Incluso, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, exhortó a la comunidad internacional a no “precipitarse” en el reconocimiento del nuevo Gobierno apoyado por Hamas y criticó la “ambigüedad” de Europa, que dio su beneplácito a la unión pa­lestina.  

En el plano interno, al paso dado por Al Fatah y Hamas se llegó luego de muchos intentos frustrados para unir fuerzas y acciones en busca del verdadero objetivo: un Estado palestino libre e independiente viviendo en paz.

El acuerdo, suscrito en la residencia del líder de Hamas en Gaza, Ismail Haniya, debe poner fin a la ruptura entre ambos grupos que data desde el año 2007 cuando Gaza pasó a ser liderado por Hamas, movimiento que había ganado las elecciones de entonces; mientras Cisjordania seguía dirigida por Al Fatah.

La victoria de Hamas en aquellos comicios fue rechazada por Estados Unidos, los países europeos y algunos otros, que suspendieron toda ayuda a los palestinos, mientras Israel arreciaba sus bombardeos contra Gaza.

Ahora se presenta en el horizonte palestino la perspectiva de avanzar unidos, poniendo por encima de diferencias internas, el compromiso de hacer realidad un anhelo que ha sido mancillado por años de ocupación israelí y de indiferencia internacional.

No creo que sea fácil la tarea en lo adelante. Son muchos los puntos tratados durante años en las decenas de planes de paz —más mediáticos que reales— impulsados desde Washing­ton.

Será tema prioritario en las nuevas circunstancias el derecho a volver a casa de una población de millones de hombres, mujeres y niños que han tenido que abandonar la tierra que los vio nacer ante la agresión militar sionista, mientras el gobierno israelí construye miles de asentamientos judíos en territorios arrebatados a los palestinos.

Corresponderá ahora a factores internacionales involucrados en este conflicto la no injerencia en las decisiones que tome el movimiento palestino, y muy especialmente, el apoyo a todo lo que pueda conducir a la paz, la estabilidad y la coexistencia entre un Estado palestino y otro israelí.

Solo entonces se podrá hablar de una herida curada totalmente en el vientre de la Tierra Santa.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

pbruzon dijo:

1

5 de junio de 2014

08:28:22


elson tu articulo esta muy bueno pero solo habla de un lado del problema,se queda en la superficie,el govierno de israel es un hp,pero los de hamas no se quedan atras