En el IX Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, Caridad Luis Castillo llamó la atención sobre el cambio que ha sufrido la familia cubana en los últimos tiempos, y los desafíos que enfrenta cuando las féminas han conquistado espacios profesionales que muchas veces las obligan a alejarse de su hogar.
Carmen Sánchez Martínez, delegada al XX Congreso Obrero, habló en este cónclave sobre la preparación del líder y su ejecutivo, la valentía política para defender los intereses de los obreros con la administración, y el entierro de la mentalidad reduccionista. Con firmeza expresó: “Tengamos un buen funcionamiento y tendremos el sindicato a que aspiran nuestros trabajadores”.
En Universidad 2014 los docentes cubanos se pronunciaron por tener una institución responsable con los problemas de su sociedad, que actúe, tome partido y transforme; una Universidad que trabaje por la profesionalidad de su claustro y la calidad de sus egresados.
Todos los espacios de intercambio generados en los últimos tiempos en Cuba han potenciado debates sobre el perfeccionamiento de las organizaciones, y en todos se visualiza la preocupación por erradicar aquellos males de la sociedad cubana actual, caracterizados de forma crítica por Raúl el 7 de junio del 2013 en su discurso en la Asamblea Nacional.
¿Cómo desterrar de las calles las indisciplinas? ¿Cómo acabar con la malas conductas que cercenan el desarrollo de los proyectos sociales?, parecen ser las preguntas científicas a responder para que la sociedad se gradúe con resultado satisfactorio, en esta academia de actualización y renovación que está cursando.
Es una prioridad, no solo porque se ha convertido en el reclamo de la gente y los medios de comunicación, o porque los discursos de nuestros dirigentes llaman a formar valores y cambiar las mentalidades; sino porque inevitablemente un ámbito de inercia, desestímulo y malos hábitos, donde las personas violen los principios elementales de convivencia y estabilidad social, terminará echando al precipicio las posibilidades de desarrollo que se abren paso en el país.
Ya Vladimir Ilich Lenin definió, en el clásico Materialismo y empiriocriticismo, que la práctica es el criterio de la verdad. Por tanto, más allá del importante llamado de conciencia, se necesitan prácticas conscientes en la sociedad. El ejemplo individual es uno de los pilares en que debe sustentarse la transmisión de valores. La repuesta a la pregunta de qué universidad, qué sindicato, qué federación, y en definitiva, qué sociedad queremos, está en la coherencia con la cual puedan articularse la palabra y la acción.
Para lograr que nuestros discursos se concreten en la práctica, en cada escuela de Cuba tiene que haber una Carmela como la de Conducta, y a ella hay que escucharla y respetarla. Será preciso que el sindicato logre saldar la deuda de trascender en los límites del pago de la cotización y la realización de matutinos; que el constructor ahorre los recursos, pero utilice lo necesario para mantener el edificio en pie; que el científico y el estudiante se vinculen a la solución de los problemas de la sociedad; y el trabajador de los servicios preste una atención adecuada, sobre la base del respeto a sus clientes.
Será indispensable, en definitiva, si queremos una Cuba mejor, que todos hagamos lo que nos corresponde, para que la obra a la que todos los días le ponemos el verbo encendido, rinda frutos en nuestra realidad social. De lo contrario, seguirán presentes los binomios “lucha contra la corrupción y las ilegalidades” y “formación de valores” como una cuota pendiente en nuestros debates. Sin contar con el riesgo de caer en el cansancio por la repetitividad, sin obtener resultados visibles.
El investigador español Jesús Martín Barbero, en su última visita a Cuba, hacía un llamado a las universidades que bien pudiera ajustarse a las praxis de cada una de las estructuras con un papel formador y transformador: “Hacer una agenda que coloque al país en el calendario cotidiano de la investigación y de la docencia”.
Barbero insistía en “poner a dialogar la universidad con su sociedad”, en buscar los escenarios donde están las mayores encrucijadas y enfocarse en sus soluciones. En otras palabras, en ponerle ciencia a la vida. Pero no solamente, podría agregársele, desde las universidades, sino desde cada escenario donde se encuentren esas encrucijadas.
Cuba necesita, ineludiblemente, integrar esas “agendas de país” y concretarlas en acciones que permitan un enfrentamiento descarnado con la realidad, y la búsqueda de soluciones a sus problemáticas debe ser una constante desde todos los ámbitos.


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alberto dijo:
1
28 de marzo de 2014
08:19:45
ICA dijo:
2
28 de marzo de 2014
10:43:46
Carlos Alberto Tirado dijo:
3
29 de marzo de 2014
00:46:03
carlos uriarte mora dijo:
4
31 de marzo de 2014
00:34:03
MiraJoven (Cuba) dijo:
5
31 de marzo de 2014
09:28:13
caridad perez cisneros dijo:
6
31 de marzo de 2014
20:28:31
Ildefonso Pérez Manzanero dijo:
7
1 de abril de 2014
08:31:14
eduardo dijo:
8
2 de abril de 2014
05:57:24
conbandera dijo:
9
2 de abril de 2014
12:56:58
JUVENTUSTURIN dijo:
10
2 de abril de 2014
13:57:57
Charly dijo:
11
7 de abril de 2014
15:25:12
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