ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

No pocos de los males que atentan contra la satisfacción plena de nuestras metas personales tienen su causa en problemas de comunicación, que más allá de barreras como la indiferencia respecto al otro, la incapacidad para escuchar o la de expresar con claridad lo que se piensa, apuntan también a la agresividad para imponer criterios o a la falta de valentía para defenderlos.


Conseguir un comportamiento que tenga como base el respeto por los juicios ajenos, y a la vez la exigencia para que sean acatados los propios —aun cuando no se compartan—, constituye el abecé de la asertividad, una estrategia comunicativa que si bien es desconocida por muchos, puede llegar a ser una práctica de todos. Para hacerla realidad solo basta proponérselo y disfrutar después de sus bienhadados beneficios.


No se trata de una receta. No crea el lector que un prontuario lleno de recomendaciones cumplidas al pie de la letra hará que fluyan en diálogos y encuentros las palabras, para bien de nuestros propósitos, si no ponemos a disposición del intercambio una buena dosis de inteligencia y toda la voluntad del mundo en comprender e intentar ser comprendidos, de modo que cada cual sea, tal como es su derecho, como estime ser.


Las imposiciones, de las que tantas veces somos víctimas —ya vengan de nuestros jefes, colegas, familiares o entidades— espantan el deseo de corresponder a sus pedidos, a veces no tanto por lo que nos cueste consentirlos, sino por el tono agresivo y amenazante que matizan tales mandatos.


Del mismo modo serán recibidas las solicitudes que emitimos si las acompañamos de acentos desafiantes, que nos etiquetan comos dueños incondicionales de la razón, o portadores de una verdad que se sabe no es absoluta. Poco o nada lograremos con tales actitudes, así se trate de valoraciones, criterios o supuestas encomiendas, por justas que puedan parecernos, si no dejamos margen para escuchar o tener en cuenta el punto de vista ajeno.


En el caso del jefe, ¿le será difícil reconocer cuán diferentes son los resultados cuando espeta orientaciones sin dejar espacio a las opiniones de sus subordinados, a cuando todo un grupo de trabajo aporta para encontrar en el análisis colectivo la solución a sus problemas?


¿Tendrán en cuenta los padres que las prohibiciones porque sí, incluso aquellas que se apoyan en justas razones, suelen ser las más desafiantes tentaciones? ¿O que los discursos sin diálogos no les permitirán saber, como debe ser de su interés, qué hay del otro lado de su tribuna?


¿Podrá conseguir la pareja la armonía soñada si solo “se vale” considerar lo que cree uno de sus miembros, pretendiendo que el otro asuma órdenes, modos y juicios sin derecho a proyectar los propios?


Sin la asertividad como bandera poco felices serán nuestras relaciones interpersonales, si se tiene en cuenta que ese comportamiento funge como bálsamo necesario para que cada voz —parecida, distinta, o contrapuesta— pueda ser estimada, cerrándole las puertas a la autosuficiencia, tantas veces aplastante y discriminatoria.


Considerada emocionalmente inteligente, la asertividad es una forma de expresión oportuna y adecuada, que sin grandes “sacrificios” se puede sumar al yo propio. Su sano fin, que es comunicar y preservar nuestras ideas y sentimientos sin darlos por categóricos y sin “herir” a nadie devaluando las posiciones de quienes nos rodean, es el más corto camino para sostener conexiones llevaderas con nuestros semejantes en todos los ámbitos de la vida.


Ser asertivo es, entre una larga lista de disposiciones, actuar y hablar con base en hechos concretos y objetivos; decidir por voluntad propia; aceptar desaciertos y triunfos personales, ser gentil y comedido; estar dispuesto a dirigir, pero también a ser así dirigido.


Muchos expertos ven esta condición como sinónimo de madurez y raciocinio. Para quienes la practican es un eficaz estado de equilibrio lo cual no significa mirar el mundo y las circunstancias del día a día tras un cristal rosado.


La casa y el centro laboral serán más placenteros si asumimos en ellos posiciones asertivas. En estos espacios donde más tiempo permanecemos están los seres que más nos interesan o con los que más tenemos que ver. Lograr vínculos corteses en estos entornos no solo significa crecer espiritualmente sino también una garantía de nuestra felicidad que —aunque algunos pretendan negarlo— casi siempre depende de otras personas.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

yaumara dijo:

1

21 de marzo de 2014

15:31:39


he compartido este texto con varios compañeros me parece muy interesante.

olgarita dijo:

2

21 de marzo de 2014

16:57:09


Muy acertado su comentario.

Bessie Aida Pino dijo:

3

21 de marzo de 2014

18:35:04


Muy valioso este comentario. Lo comparto. Mil gracias. Saludos desde Saskatoon, Canada!

Yosvany Marrero dijo:

4

22 de marzo de 2014

09:05:20


Muy buen artículo, la vedrdad hay que resolver los problemas comunicacionales que existen hoy en la sociedad cubana ... sin dejar de ser valientes en comentarios que lleven al análisis y la toma de decisiones más acertadas ....

Camejo dijo:

5

22 de marzo de 2014

11:58:28


Estoy 100 por ciento de acuerdocon su comentario, pero busque en el diccionaro de la RAE la palabra "asertividad " no existe, conoce algun sinonimo?

Gonzalo Hernández dijo:

6

22 de marzo de 2014

14:59:55


En otras palabras: sensatos, decentes y tolerantes.

Máximo Luz dijo:

7

23 de marzo de 2014

15:15:05


Excelente trabajo, como todos los que he tenido la oportunidad de leer de la periodista y considero muy oportuno ya que a mi criterio uno de los problemas que hoy afectan a la sociedad cubana son precisamente de comunicación entre las personas, en los centros de trabajo y en el marco familiar Felicidades a Madeleine Sautié

toyo dijo:

8

23 de marzo de 2014

17:22:12


Sr Camejo,# 5 ahi le va la definicion: Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se diferencía y se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad (o no asertividad). Suele definirse como un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos. Cabe mencionar que la asertividad es una conducta de las personas, un comportamiento. Es también una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia ........Y aqui el enlace:http://es.wikipedia.org/wiki/Asertividad

Madeleine Sautié dijo:

9

23 de marzo de 2014

18:16:40


Camejo: es cierto que el término asertividad no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). Sí, en cambio, aparece el adjetivo asertivo como sinónimo de afirmativo. El concepto de asertividad, de todos modos, se emplea en referencia a una estrategia comunicativa que se ubica en el medio de dos conductas que resultan opuestas y que son la pasividad y la agresividad. En el comentario aparece la explicación de esa estrategia, es decir su concepto. Gracias por su preocupación y opinión.

COTÓN dijo:

10

23 de marzo de 2014

20:35:49


Excelente, te felicito amiga, por la agudeza y la solidez del comentario, un motivio más para desearte éxitos muchos

diana dijo:

11

24 de marzo de 2014

14:29:38


lee esto detenidamente y puedes dar tus comentarios en esta página

Camejo dijo:

12

24 de marzo de 2014

14:57:59


Muchas gracias por sus aclaraciones.

diana dijo:

13

24 de marzo de 2014

15:08:25


leelo

Nestor pinero dijo:

14

25 de marzo de 2014

09:36:46


Aunque usted explica el termino asertividad, lo mas importante es su reflexion, muy acertada, juiciosa. Seriaz muy bueno que se leyera en los grupos de trabajo, familia o donde quiera que haya un colectivo de personas. Hoy proliferan por todas partes los que creen tener le "ultima palabra, la ultima informacion, lo ultimo en todo" . Esos que no dan espacios para otros puntos de vista que no coincidan con los suyos, sin saber que nos acercamos mas a la verdad cuando escuchamos, dialogamos, compartimos, rectificamos, en fin utilizamos la inteligencia colectiva sin por supuesto perder nuestro. La felicito por su"a cierto" con este articulo.

yiselll dijo:

15

25 de marzo de 2014

11:18:31


Buen artículo,..la vedrdad hay que resolver los problemas de comunicación que existen hoy en la sociedad cubana ... sin dejar de ser valientes en comentarios que lleven al análisis y la toma de decisiones.

Dr. José Luis Aparicio Suárez dijo:

16

25 de marzo de 2014

16:08:32


Inspira una profunda reflexión su excelente comentario. Es esencial una comunicación dialógica, saber escuchar y decir bien. Oir es un proceso fisiológico; pero escuchar es un proceso psicológico, un acto volitivo. Vale ser asertivos y enseñar a otros a serlo. Gracias.

Yurisleydi dijo:

17

3 de abril de 2014

09:34:32


Excelente, me ha encantado

Raúl Jorge Miranda dijo:

18

20 de abril de 2014

14:39:08


Agradecido por este magnífico trabajo,! que falta haría que lo leyeran y además lo interiorizaran un gran número de persona en nuestra patria y más allá!, desde ambos extremos de la ecuación, “los que imponen y tantos entuertos a los que se les impone”, a fin de poder resolver tantos entuertos en cualquiera de las esferas en que nos desarrollamos. Le repito, sinceramente agradecido, lo compartiré con cuánta gente tenga cerca!