Las aspiraciones de la humanidad en pro del desarrollo sostenible subrayan la relevancia del Sur Global (SG) para la búsqueda de soluciones a los actuales desafíos en el ámbito político, cultural, económico-financiero y medioambiental.
Más que una categoría geográfica, el concepto denota las visiones coincidentes y la concertación de esfuerzos entre diversos actores, a fin de asegurar el progreso inclusivo, evitar el colapso climático, fomentar la colaboración, defender la igualdad soberana de los Estados y la coexistencia pacífica en un escenario multipolar.
El reconocimiento del SG como una fuerza influyente en las relaciones políticas y económicas internacionales refleja los cambios que se están produciendo en las dinámicas de poder, y permite avizorar un incremento de la agresividad imperialista en el intento de conservar posiciones hegemónicas.
Datos del Banco Mundial señalan que el conjunto representa cerca del 42 % del Producto Interno Bruto global, debido al auge sostenido de economías emergentes y en desarrollo durante la última década, entre ellas, China e India.
Según el Informe sobre la Cooperación Sur-Sur 2025 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las transacciones mercantiles entre los integrantes del SG también siguieron avanzado y alcanzaron una proporción cercana al 35 % de su comercio total de bienes y servicios.
Ello demuestra una mayor integración y la búsqueda de alternativas a los mercados tradicionales dominados por las grandes potencias de Occidente.
A juicio de la ONU, dichas operaciones propiciaron el intercambio de conocimientos, tecnologías y recursos, lo que a su vez impulsó la capacidad para participar en el comercio internacional. Hoy en día, un 70 % de los proyectos de cooperación Sur-Sur se centran en el impulso de capacidades comerciales, precisó el organismo.
El alza del comercio y la cooperación Sur-Sur contribuyó a la reducción de desigualdades. Los países con una presencia más activa han visto una disminución del 15 % en las brechas de ingresos en comparación con aquellos que no participan, expuso la ONU en su más reciente Informe sobre la Igualdad y el Desarrollo.
Establecido en 2014 –con un capital inicial autorizado de cien mil millones de dólares–, el Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics es una manifestación concreta de las potencialidades del SG.
En su cumbre de 2025, el grupo acordó la creación de un fondo común para apoyar el mejoramiento de infraestructuras en países en desarrollo. Según el anuncio, el mecanismo comenzará a funcionar en 2026, con un capital inicial de cinco mil millones de dólares.
De igual forma, el Grupo de los 77 + China refrendó el compromiso con la equidad en el comercio y el desarrollo. Remarcó la necesidad de reformar las instituciones financieras internacionales e hizo hincapié en el robustecimiento de la cooperación Sur-Sur, incluida la transferencia de tecnología.
En tanto, el Movimiento de Países No Alineados patentizó la decisión de reforzar la colaboración en el terreno económico, defendiendo la autodeterminación y la soberanía de las naciones, la promoción de la paz y la salvaguarda de la seguridad global.
Por su parte, la Unión Económica Euroasiática implementó varias medidas para facilitar el comercio entre sus Estados miembros. Asimismo, estableció un Fondo de Desarrollo Económico de mil millones de dólares para financiar proyectos en territorios del SG, como la construcción de carreteras, puertos e instalaciones energéticas.
Representantes del bloque participaron en 2025 en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en la que examinaron nuevas posibilidades de cooperación bilateral en comercio e inversiones.
Desde la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos y la Comunidad del Caribe también hubo pronunciamiento sobre la urgencia de estructurar respuestas conjuntas, con superiores metas en el horizonte.
Frente a las crisis globales, las posturas de diferentes organismos y grupos internacionales reflejan una amplia gama de enfoques en favor de la cooperación. Un mundo multipolar –coincidieron– es esencial para garantizar la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible.















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