Caracas, Venezuela.– Este viernes aconteció el primer acercamiento formal de la administración de Donald Trump con el Gobierno Bolivariano, desde que en 2019, Estados Unidos desconociera a Nicolás Maduro como presidente constitucional legítimo.
Tras pedir una audiencia formal con Maduro, Richard Grenell, enviado especial de la Casa Blanca, fue recibido en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, de Maiquetía, por Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento, y por el canciller Yván Gil.
Luego, en el Palacio de Gobierno, sostuvo un encuentro, «marcado por la diplomacia bolivariana de la paz», con el mandatario venezolano, quien propuso la construcción de una Agenda cero para un nuevo comienzo en las relaciones bilaterales.
A la par se abordaron –en el marco del respeto mutuo- temáticas como la migración, el impacto negativo de las sanciones económicas contra la nación sudamericana, los ciudadanos estadounidenses incursos en delitos en territorio nacional, y la integridad del sistema político venezolano.
De acuerdo con un Comunicado Oficial de la República Bolivariana, en el diálogo trascendió, además, la necesidad de darle un giro a las relaciones. De igual forma, el Gobierno reafirmó «sus principios consagrados a la paz, el diálogo entre iguales, el respeto de la soberanía», al tiempo que expresó su disposición de mantener los canales diplomáticos abiertos con EE. UU. en la defensa de los derechos e intereses del pueblo de Bolívar y de Chávez.
A principios de julio de 2024, Caracas y Washington habían reanudado conversaciones. Al respecto, Jorge Rodríguez, también jefe de la delegación venezolana para ese diálogo, insistió en que, «para seguir recuperando la confianza mutua y las relaciones entre los gobiernos, se deben respetar los principios de autodeterminación, soberanía y reciprocidad».
Los resultados de entonces fueron «la voluntad de ambos gobiernos de trabajar de forma conjunta para ganar confianza y mejorar las relaciones», a la par que «mantener las comunicaciones de manera respetuosa y constructiva». Luego de los comicios presidenciales del 28 de julio, esto quedó «engavetado» por la administración de Joe Biden.
En noviembre pasado, tras las elecciones en la nación norteña, el mandatario venezolano había afirmado, con respecto a la Casa Blanca, que la ruta para seguir «deben ser nuevos caminos de entendimiento con toda Latinoamérica y el Caribe». Además, en esa oportunidad, manifestó su posición ante la posibilidad de debates: «Siempre hemos estado dispuestos a las relaciones de diálogo, sensatez y respeto», dijo.
Entre tanto, Grenell, el pasado 20 de enero, publicó en x: «Donald Trump es nuevamente presidente de EE. UU. Y la diplomacia ha vuelto. He hablado con varios funcionarios en Venezuela hoy y comenzaré las reuniones mañana temprano. Hablar es una táctica».















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