CARACAS, Venezuela.–Soplan los primeros vientos de este nuevo año y la comunidad internacional se mantiene expectante ante dos tomas de posesión que tendrán lugar en los días venideros: Nicolás Maduro en Venezuela y Donald Trump en Estados Unidos. Sin embargo, los ojos se han «posado» en la patria bolivariana.
Tras haber sido reelecto en los comicios del pasado mes de julio, para guiar al país durante el periodo constitucional 2025-2031, el líder seguidor de las ideas de Chávez tiene sobre sí, más que el peso de ser centro de atención mundial, el de «la disputa por el control y el dominio de Venezuela».
De esa manera lo ha llamado el mandatario en su reciente entrevista con el reconocido periodista e intelectual español Ignacio Ramonet, con quien desde hace una década, cada 1ro. de enero «conversa» de forma «bien franca».
Acerca del interés que se cierne sobre el cercano suceso político, Maduro dijo que «el imperio creyó que en 2024 podía dar un golpe definitivo en Venezuela». El imperio estadounidense y sus aliados «creyeron que 2024 era el año definitivo, y aplicaron la diplomacia del engaño, a partir de negociaciones que desarrollamos con el gobierno saliente de Joe Biden, que ellos incumplieron plenamente».
Recordemos los diálogos en Barbados y Qatar, donde ambas partes firmaron acuerdos de entendimiento, los cuales, según el presidente, la Casa Blanca incumplió «de manera vulgar, descarada; y por debajo, favorecieron, financiaron, apoyaron y promovieron el resurgimiento de un brote de extrema derecha fascista que controlara a buena parte de la oposición venezolana».
Una vez más subestimaron al pueblo de Venezuela, manifestó. «Creyeron que tenían el plan perfecto. Pero no contaron con el inmenso poder que tiene el bloque histórico de la Revolución Bolivariana (…) Este año hemos desmadrado el plan imperialista para tratar de destruir a la Revolución Bolivariana».
Desde Washington, sostuvo, «quieren que el 10 de enero sea una toma de posesión mundial; tratando de hacer lo que no han logrado ni van a lograr, que es
desestabilizar nuestra patria, desestabilizar nuestra democracia, descarrilar a Venezuela, y tratar de llevarla por los caminos del caos, la división, del enfrentamiento y con el caos, la división, la violencia, hacer un llamado a una intervención extranjera militar, que es el sueño último de esta idea descocada del fascismo venezolano, de la extrema derecha».
En ese sentido, enfatizó en que Venezuela está en paz y segura de su destino. «Y así como hemos sabido desmontar conspiraciones internas, caballos de Troya fascistas internos, presiones externas, conspiraciones, mercenarios, terroristas, durante estos 25 años hemos tenido ya el aprendizaje y la capacidad para nosotros garantizarles al pueblo de Venezuela y a los pueblos del mundo que nos apoyan, que Venezuela va a seguir su senda de independencia, paz y revolución».















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Félix Rey Padrón dijo:
1
5 de enero de 2025
09:24:01
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