Estados Unidos se ha propuesto «ablandar», junto con Israel, el terreno del Oriente Medio para seguir sumando países descabezados y sin focos de resistencia, de modo que puedan acabar con los gobiernos progresistas allí.
Se «rompió la soga» por la parte más estrecha, aunque la más heroica: la Palestina ocupada, donde un genocidio se impone y hace crecer las cifras de muertos, heridos y destrucción de la infraestructura civil. Paralelo a la masacre en Gaza, Israel y su protector –el gobierno de Joe Biden– la han emprendido contra el Líbano, con salvajes bombardeos a su capital, Beirut y a otras zonas pobladas.
Siria, que siempre había brindado solidaridad a la causa palestina, fue «sacada» de ese contexto, sigue cediendo territorio al ocupante israelí, y no ha podido evitar que tropas y medios militares estadounidenses dominen una parte del país y roben sus recursos energéticos y de granos.
A río revuelto, ganancia de pescadores. Siria, una nación que ha sufrido por más de 13 años una guerra, ocupación foránea y conflictos locales y religiosos, es un botín para un Israel que cercena su territorio y lo coloniza ahora, como ha hecho con la tierra palestina.
El centro de ese mando y poder de guerra se encuentra en Estados Unidos y en sus gigantes, modernos y superarmados portaaviones, de los cuales salen las más modernas aeronaves de combate, cargadas de misiles y bombas de todo tipo, que son lanzados contra poblaciones palestinas, libanesas, sirias, y ahora también yemenitas.
Contra el pueblo de Yemen –considerado uno de los países más pobres del Medio Oriente– y su movimiento de resistencia, conformado por los combatientes hutíes, han arremetido las fuerzas militares estadounidenses, y en los últimos días se han reportado «bombardeos masivos» contra Saná, la capital, y zonas aledañas de Attan y Nuqum de Saná.
Un reporte de Sputnik informó que las Fuerzas Armadas de Yemen brindaron detalles de una operación que provocó el derribo de un caza f-18 estadounidense, en el Mar Rojo.
El portavoz del Ejército yemení, el teniente general Yahya Sari, agregó que se llevó a cabo una operación cualitativa con ocho misiles de crucero y 17 drones, y atacaron el portaaviones uss Harry S. Truman y los destructores estadounidense-británicos, junto con el inicio del ataque agresivo contra su territorio.
Sin embargo, el Comando Central de EE. UU. (Centcom, en inglés) había anunciado que el crucero de misiles «uss Gettysburg», que forma parte del grupo de ataque del portaviones Harry S. Truman, derribó en una acción de fuego amigo un caza f/a-18 del mismo grupo en el Mar Rojo.
La autoría de los bombardeos contra Yemen inicialmente había sido imputada a Israel, cuyo Gobierno negó la autoría, de acuerdo con el diario The Times, que atribuyó los ataques a la aviación estadounidense.
Los hutíes de Yemen forman parte del chiismo, y desde la última arremetida israelí contra los palestinos en Gaza, advirtieron que no permitirían el trasiego de barcos hacia Tel Aviv, hasta tanto se ponga fin a la masacre contra la población palestina.















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