ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Caracas, Venezuela.–Engalanadas como es costumbre, las calles de Venezuela dibujan el ánimo de esperanza que representa diciembre. Con ello se acerca, también, una nueva etapa para el pueblo bolivariano, que el 10 de enero vivirá la juramentación de su presidente reelecto en las urnas, Nicolás Maduro.

Sin embargo, lejos de sumarse a esa disposición popular de construir su «democracia participativa y protagónica», lo más reacio de la oposición insiste en desalentar a la gente y revocar la decisión tomada por más de la mitad de los electores, el pasado 28 de julio.

Así, la ultraderecha puso en marcha el plan No a la Navidad, otro intento terrorista de desestabilizar al país.  No obstante, los órganos de la Seguridad del Estado le asestaron un «gran golpe» a este contubernio entre «los poderes mafiosos y corruptos del estado de Zulia, con grupos del narcotráfico y paramilitares de Colombia», como denunciara el mandatario en su programa Con Maduro +.

De acuerdo con el líder chavista, «algunas de las personas capturadas comenzaron a hablar, se cruzaron varias fuentes y se descubrió a este grupo», que contaba con la dirección económica de José Enrique Rincón, venezolano prófugo de la justicia, por «amasar su riqueza enchufado al Estado».

Ese jefe de la mafia en Zulia –que tiene al oeste frontera con Colombia– «participó en dos reuniones con la señora (María Corina) Machado, y ahí hablaron de planes de matar, poner bombas y destruir instalaciones eléctricas, gasíferas y petroleras». En esa «conspiración sangrienta, brutal» estaban implicados, también, los expresidentes Iván Duque y Álvaro Uribe, reveló.  

El sábado, el ministro para las Relaciones Interiores y Justicia, Diosdado Cabello, dio a conocer  la incautación de un cargamento de armas de alto calibre vinculado a esa operación, que se planeaba iniciar bajo la orientación de Iván Simonovis, exsecretario de Seguridad Ciudadana de Caracas; la Machado, y el mercenario estadounidense Erick Prince. «El mismo guion de siempre», dijo.

«En Ecuador están entrenando gente en este momento (…). Tenemos las coordenadas, tenemos los sitios (…). En Ecuador funciona y está operando un Gobierno absolutamente entregado al imperialismo norteamericano, pero también entregado al fascismo».

¿Por qué insistir en traer fuerzas externas para generar caos al interior del país? La oposición sabe sobradamente que en la patria de Bolívar y de Chávez la disposición popular está del lado de quienes buscan construir una nación mejor, no un patio trasero a merced del imperio, como intentó hacer Juan Guaidó, y como ahora pretenden lograr María Corina Machado y Edmundo González Urrutia.

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