Un mes falta para llegar al primer martes de noviembre, día en que Estados Unidos realizará las elecciones presidenciales, como es tradición en ese país.
La vicepresidenta y aspirante demócrata, Kamala Harris, y el expresidente republicano, Donald Trump, se enfrentarán el 5 de noviembre en unos comicios que se prevén reñidos, y en los que no se puede descartar ningún escenario.
Mientras se aproxima la fecha crece la incertidumbre: ¿quién ganará la contienda?
Harris aventaja a Trump, según una nueva encuesta publicada a un mes de las elecciones, pero el candidato republicano mantiene puntos fuertes a su favor que pronostican un cerrado e impredecible final.
El sondeo de New York Times/Siena College, realizado entre el 29 de septiembre y el 6 de octubre con 3 385 posibles votantes, reveló que Kamala aventaja a Trump con un 49 % frente a un 46 %.
Harris, con 59 años de edad, es vista por los votantes más jóvenes como la candidata del cambio por un amplio margen: 58 % a 34 %. Mientras Trump lidera entre los votantes masculinos por 11 puntos.
También ocurrió que más votantes señalaron que confiaban en Trump y no en Harris para gestionar lo que sigue siendo la principal área de preocupación: la economía.
Por otro lado, los ciudadanos registrados afrodescendientes tienen un punto de vista abrumadoramente positivo de la vicepresidenta Kamala Harris, un 70 %, pero no están seguros de que ella cambiará al país para bien, según una encuesta de ap-norc Center for Public Affairs Research.
De acuerdo con los sondeos, la batalla se definirá en los estados claves y en los estados péndulos, ejes de la acción de ambos candidatos en las últimas semanas.
Las encuestas nacionales son un buen barómetro para medir cómo van las cosas, pero no son necesariamente indicativas del resultado del Colegio Electoral, que vendrá determinado por los estados más disputados, como Georgia, Pensilvania y Wisconsin, donde las pesquisas han sido muy ajustadas.
Recordemos que, en esa nación los ciudadanos no eligen a su presidente de manera directa, sino por medio de los 538 integrantes del Colegio Electoral.
Mediante este mecanismo, cada uno de los 50 estados del país aporta un número determinado de electores o votos electorales repartidos en función de su población. Para llegar a la Casa Blanca, uno de los candidatos debe conseguir 270 electores.
Faltan aún unos días para que finalice el big show de la política estadounidense, en el cual el verdadero poder seleccionará a quien se convertirá, por cuatro años, en el rostro visible del imperio. Esperemos a ver qué pasa.















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