Caracas, Venezuela.– «Los chismes se matan sacando todo a lo claro», aseguró el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez, en conferencia de prensa, en el contexto de la reciente salida voluntaria del país del excandidato presidencial Edmundo González Urrutia.
En torno a ese suceso, han sido numerosas las especulaciones de la derecha de dentro y fuera del patio, que buscan –por todas las vías– poner al aspirante en el papel de víctima y acusar al Gobierno de violar los derechos humanos.
Ante esta situación, el jefe del Parlamento mostró ayer la carta original que González Urrutia le entregase en las conversaciones que sostuvo con él y con la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez.
Al respecto, Jorge Rodríguez reveló que el exlíder de la oposición los «buscó» con el objetivo de «conversar, y de allí tomó la decisión de abandonar Venezuela y solicitar asilo al reino de España».
Mientras que en el texto presentado, con rúbrica del 7 de septiembre, Urrutia afirmó que «siempre he estado y seguiré dispuesto a reconocer y acatar las decisiones adoptadas por los órganos de justicia en el marco de la Constitución, incluyendo la precitada sentencia de la Sala Electoral, que, aunque no la comparto, la acato por tratarse de una resolución del máximo tribunal de la República».
Además, trasladó su «respeto y reconocimiento a las instituciones constitucionales» de la nación sudamericana, «representadas en los cinco poderes del Estado». Y dejó constancia de su compromiso con que su actividad pública fuera de Venezuela será limitada, «sin pretensiones de ejercer representación formal o informal alguna de los poderes públicos».
En ese sentido, el representante del Poder Legislativo venezolano manifestó: «Usted, señor González Urrutia, dio su palabra y firmó acatando la sentencia del Consejo Nacional Electoral. Pero, no cumplió con lo que firmó. Sin embargo, hemos sido pacientes aun cuando personajes de la ultraderecha española insultan al país».
Recordemos que desde el 29 de julio, el excandidato estuvo resguardado en la Embajada de Países Bajos, en Caracas; luego se trasladó, el 5 de septiembre, a la Embajada de España, donde permaneció hasta su viaje a Madrid, mediante un salvoconducto del Gobierno Bolivariano.
Sin embargo, tras su arribo al asilo político, alegó que la salida de Venezuela estuvo mediada por coacción y amenazas. No obstante, Jorge Rodríguez mostró ante la prensa un video de la certificación de la salida voluntaria, así como pruebas fotográficas de la reunión anterior, en la que se entregó y firmó la carta.
«No hubo coacción alguna hacia el señor González, tengo mayores pruebas que así lo demuestran», aseguró.
Su decisión de salir del país, según hizo constar en la misiva, se debe a su deseo de que se consolide la pacificación y el diálogo político.
¿Su «Pepito Grillo» le estará funcionando después de las crudas 48 horas de violencia posteriores al 28 de julio? Eso habrá que verlo. Hasta ahora no ha cumplido a cabalidad con su palabra.















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