MIRANDA, Venezuela.–«La peor acusación que se puede hacer hoy es decirle a alguien bolivariano», dijo el presidente Nicolás Maduro, para ilustrar cuánto odio se cierne sobre Venezuela desde los centros de poder. El Jefe de Estado abordó el tema en la clausura, ayer, del primer Congreso Mundial contra el fascismo, el neofascismo y otras expresiones similares.
En su intervención, explicó cómo Venezuela es blanco del odio de quienes no admiten un mundo multipolar, y recordó cómo el fascismo ha desatado, históricamente, su horda asesina en Nuestra América. Denunció, como ejemplo de esas acciones, los planes del Gobierno de Estados Unidos durante los últimos años, a fin de atacar unidades militares y centros políticos del país, más los numerosos intentos de magnicidio.
También resaltó el ejemplo de la Mayor de las Antillas en su lucha de resistencia. Se refirió a «los ángeles barbudos que bajaron de la Sierra Maestra y entraron victoriosos en La Habana», para fundar «una Revolución que buscó los derechos postergados a la soberanía y a la autodeterminación».
Esta cita, que ha reunido a delegados de los cinco continentes, centró sus debates en la búsqueda de la unión de las fuerzas mundiales para enfrentar al creciente fascismo que intenta abrirse paso.















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