Aupada por los principales líderes del partido y, lo más importante, con el apoyo de los grandes gurúes de las finanzas, la recién electa candidata demócrata, Kamala Harris, luchará a brazo partido contra Donald Trump por el asiento de la oficina oval en Washington.
La mayoría de las encuestadoras colocan un empate técnico, lo que vaticina que será una reñida pelea.
Se trata de elecciones en un país polarizado, en el cual el grupo que representa al 1 % de la población, pero tiene el 100 % del poder, siente su dominio amenazado por potencias emergentes que le disputan su hegemonía.
El multilateralismo que defienden China y Rusia significa, entre otras cosas, el fin de la política del saqueo de las riquezas del mundo, depredación de la que han vivido las potencias occidentales desde siempre.
Por otro lado, todas las encuestas muestran que la economía sigue siendo el principal problema para muchos votantes, por lo que la Vicepresidenta tiene obstáculos muy poderosos que vencer.
A la inflación en el sector alimentario y de la energía, hay que sumar las altas tasas de interés que afectan los ingresos de los estadounidenses. Tampoco le favorecen a Kamala las cifras del desempleo.
Como Presidenta, anticipó en la convención, garantizará que «Israel sea seguro, los rehenes sean liberados, que el sufrimiento de Gaza termine y que los palestinos puedan tener su derecho a la dignidad, la seguridad, la libertad y la autodeterminación».
«Permítanme ser clara. Siempre defenderé el derecho de Israel a defenderse, y siempre me aseguraré de que Israel tenga la capacidad de defenderse», dijo la Vicepresidenta.
Habría que agregar que la candidata demócrata reconoce abiertamente su apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia, «sin importar el tiempo que dure». En su discurso también remarcó que «Estados Unidos, no China, ganará la competencia por el siglo xxi»
Mientras, el candidato por el Partido Republicano, Donald Trump, en el mitin al aire libre, realizado en la ciudad de Asheboro, en Carolina del Norte, el primero desde el atentado que sufrió el pasado mes de julio, repitió la aseveración de que «devolverá la paz al mundo».
De impacto para su carrera a la silla presidencial es, sin duda, el apoyo público brindado por el candidato independiente a la Presidencia de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr.
Kennedy Jr. anunció el viernes la suspensión de su campaña y su respaldo al aspirante republicano, en un acto en Phoenix, Arizona.
La campaña de Trump ha estado signada por su estilo rocambolesco, el racismo y la xenofobia, además de insistir en asegurar que los demócratas cometerán fraude.
En el mitin en Asheboro aseveró: «Van a hacer trampas como locos para ganar las elecciones porque no tienen límites», reseñó NBC News.
Muchos especialistas coinciden en que la batalla se definirá en los llamados swing states (Estados volátiles), Wisconsin, Minnesota, Illinois, Pensilvania, Ohio, Arizona, Nuevo México, Nevada y Georgia.















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