Durante meses entraron a Venezuela, valiéndose incluso de los vuelos de retorno de emigrantes, jóvenes contratados por la contrarrevolución y la CIA para integrar los «comanditos», falaz artilugio que se utilizó para camuflar a los grupos fascistas encargados de sembrar la muerte y el terror.
Los nuevos reclutas de la ultraderecha ocuparon sus posiciones en lugares previamente elegidos del territorio venezolano, listos para actuar cuando llegara la orden, mientras antiguos líderes de pandillas, fuertemente armados, acompañados por grupos paramilitares, cruzaron las fronteras.
Por otro lado, como parte del plan, la red de la ultraderecha continental y mundial articulada en torno a Washington esperaba el momento en que María Corina Machado y el genocida exagente de la CIA, candidato a las elecciones, Edmundo Gonzáles, declararan fraude y presentaran las «actas» falsas, previamente elaboradas, sobre el resultado del escrutinio.
De inmediato, algunos gobiernos de la región, de tendencia progresista, se sumarían a la campaña contra la reelección de Nicolás Maduro, el candidato chavista, enarbolando escrúpulos «liberales», desconociendo las leyes, las instituciones y la Constitución venezolana y, lo más grave, la voluntad del pueblo.
La idea inicial de los «gestores del caos» era golpear primero a Bolivia, luego le tocaría su turno a Cuba el 11 de julio, reeditando los sucesos de igual fecha de 2021, y luego vendría Venezuela, el 28 de julio; así caerían o entrarían en una espiral «incontrolable» de violencia las tres naciones.
Un elemento fundamental del golpe en Venezuela sería la guerra cibernética, un poderoso ciberataque impediría al Consejo Nacional Electoral (CNN) dar los resultados preliminares de las elecciones el día 28, lo que provocaría descontento, alarma y desconfianza en los votantes.
Cumplida la parte fundamental del plan, se activarían las guarimbas, con su carga de sangre, odio y muerte.
En ese orden de cosas, serían las 6:00 p.m. del 28 de julio, cuando Edison Research, emitió una comunicación en la que se mencionaban «resultados a boca de urna» totalmente falaces, que daban como ganador al candidato de la extrema derecha venezolana, Edmundo González Urrutia, con el 65 % de los votos totales, mientras que Nicolás Maduro Moros lograba solo el 30 % de los votos.
Casi de inmediato, Leopoldo López, a través de la red social X, respaldó los resultados de Edison Research, lo que fue secundado, entre otros, por Elon Musk.
Mientras, concentrados cerca del Palacio de Miraflores, el pueblo esperaba los resultados que tardaban en llegar, producto del ataque a las redes de transmisión de datos y a la página web del CNN.
A pesar de la inquietud por la demora; más y más personas llegaban a Miraflores a festejar. La música, el baile, los vítores a Maduro y a Chávez reinaron en aquellas calles llenas de historia.















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William dijo:
1
17 de agosto de 2024
10:31:36
jose luis dijo:
2
18 de agosto de 2024
16:48:08
Félix dijo:
3
19 de agosto de 2024
14:34:48
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