El presidente chino, Xi Jinping, viajó a Belgrado, capital de Serbia este 7 de mayo, coincidiendo con el 25 aniversario de los bombardeos de Estados Unidos contra la ex Yugoslavia y, en especial, este día de 1999, cuando fueron lanzadas bombas y cohetes contra la Embajada china en esa ciudad.
El mandatario de la nación asiática ha calificado de «atroz» aquellos hechos, que causaron la muerte a tres periodistas de su país que reportaban la criminal acción, y se encontraban esa noche en la sede diplomática.
Los bombardeos de Estados Unidos y la OTAN contra la ex Yugoslavia, realizados sin consultar al Consejo de Seguridad de la ONU, dejaron más de 2 500 muertos, entre ellos 87 niños, y daños en las infraestructuras por 100 000 millones de dólares.
Entre otras violaciones de las leyes internacionales y los distintos Tratados que rigen su implementación, Estados Unidos, además de ignorar a la ONU, usó bombas prohibidas, de uranio empobrecido, que todavía hoy causan víctimas entre la población civil por su dosis radiactiva.
Bombardearon guarderías infantiles, la Televisión yugoslava, la Embajada china, varios hospitales, viviendas y otras edificaciones civiles.
Nunca ha sido juzgada aquella bárbara acción, y quienes la dirigieron, el presidente Bill Clinton, de Estados Unidos y el español Javier Solana, por entonces secretario general de la OTAN, jamás han recibido la menor amonestación por los hechos de parte de los organismos internacionales que se supone debían hacerlo.
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