
En contextos de cambios políticos emergen personas a las que su humanidad las convierte en líderes. Son capaces de revolucionar a un país yPanamá fue testigo de ello.
Era el año 1968, cuando la nación estaba siendo asediada por regímenes autoritarios, y Omar Torrijos, junto a otros jóvenes, protagonizó el primer golpe de estado militar.
Descolonizador, antimperialista y progresista son palabras que lo caracterizan.
Además de reconquistar el Canal de Panamá, Torrijos posibilitó establecer las relaciones con el entonces presidente estadounidense Jimmy Carter, tranzando así el camino de la soberanía panameña.
Del líder histórico resalta su carisma y sensibilidad por la justicia social.
Al fundar el Partido Revolucionario Democrático, consolidó un movimiento popular que impulsó transformaciones en Panamá en beneficio de la población.
Poco se puede exponer sobre Omar Torrijos, de quien el Comandante en Jefe Fidel Castro exaltó que pasaría a la historia como el protagonista principal y el más esforzado combatiente en la lucha por el rescate de los derechos de su pueblo.
A 95 años de su natalicio —ante representantes de la Embajada panameña, del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) y del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP)— fue evocado el 13 de febrero, su legado, que lo eterniza como uno de los grandes representantes de la izquierda latinoamericana.


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