Con un juramento, el inicio de una Revolución

Hugo Chávez Frías, o simplemente el Comandante Chávez, llenó una página de la historia de su país y de América Latina que ha servido para dar continuidad a su legado de hombre firme, valiente, alma de su pueblo, y capaz de vencer las más complejas adversidades. Así lo hizo, en su tiempo, el Libertador Simón Bolívar.

Este 2 de febrero se cumplen 25 años de que Chávez jurara ante el pueblo como Presidente de Venezuela. El camino estuvo cubierto de dificultades, las de la politiquería del liberalismo de quienes siempre vieron, y siguen viendo, el poder como el gran negocio para fomentar riquezas personales o de algún grupo político, aliado al imperio estadounidense.

La nación bolivariana recuerda aquella fecha, cuando Chávez juró sobre una Constitución «moribunda», como definió a la de 1961. También el 10 de enero de 2007, al comprometerse para un segundo periodo sería un momento en que aseguró que entregaría sus días y sus noches, y la vida entera, a la construcción de una Venezuela nueva. Así lo hizo.

Su impronta de líder, con los destinos de su país y de los pueblos de la América Latina y el Caribe, lo identificó con Fidel, a quien quiso como a un padre. Ellos y otros líderes latinoamericanos dieron cuerpo y vida a las ideas integracionistas y patrióticas como el alba-tcp, y luego a la Celac, además de Petrocaribe, todas identificadas con el respeto a la independencia de cada Estado, y en las que las banderas de la solidaridad y la complementariedad se hicieron presentes en planes de salud, de educación, del fomento de la producción de alimentos y de la contribución petrolera para las naciones más necesitadas de la región.

Su partida física, el 5 de marzo de 2013, conmovió, pero a la vez nació el compromiso de seguir su gran legado: la Revolución Bolivariana.

El presidente Nicolás Maduro ha dado continuidad a la obra de Chávez, en medio de las más diversas acciones de enemigos internos y externos, alentados y financiados, en muchos casos, por los gobiernos de Estados Unidos, que han organizado revueltas, atentados, proyectos de invasión y hasta la fabricación de un farsante, Juan Guaidó, entregado por completo al mandato yanqui, y dispuesto a apoderarse de cifras millonarias de dólares, para su supuesta guerra contra la continuidad del chavismo.

Por estos días, a propósito del aniversario 25 de la Revolución Bolivariana, una nueva trama orquestada desde Miami y Washington pretende imponer, como lo hizo con Guaidó, una nueva variante del anexionismo más burdo, desconociendo a la justicia venezolana que ha dictaminado, desde hace bastante tiempo, que la señora María Corina Machado está invalidada para ocupar cargos públicos, por sus actividades de corrupción, llamado a desconocer a las autoridades nacionales y complot con elementos que, desde Estados Unidos, ya han amenazado con continuar sus sanciones contra el país bolivariano.