CARACAS, Venezuela.–En los aeropuertos siempre hay familias ansiosas, amigos esperando. Sin embargo, este miércoles, en el aeródromo internacional Simón Bolívar, de Maiquetía, se sintió un inusual ajetreo. Un pueblo esperaba, aun desde la lejanía de sus casas, el arribo de uno de sus hijos adoptivos.
Más de 1 280 días pasó en prisión el diplomático venezolano Alex Saab, nacido en Colombia, quien fuese víctima de la obstinación del Gobierno de Estados Unidos, en aras de desacreditar a la Revolución Bolivariana.
El 12 de junio de 2020, Saab fue detenido por las autoridades de Cabo Verde. Había hecho escala allí, de camino a Irán, adonde se dirigía en calidad de agente diplomático, «a fin de facilitar la adquisición de alimentos» para proveer a más de siete millones de familias afectadas por la administración estadounidense. Así lo dio a conocer la Cancillería venezolana cuando fue extraditado a EE. UU.
Saab pretendía impulsar también el envío de medicamentos.
«Su único delito fue vencer el bloqueo criminal», afirmó el presidente Nicolás Maduro, tras recibirlo ayer, en el Palacio de Miraflores. «Quiero dar la bienvenida a este hombre valiente, patriota, que resistió 40 meses las condiciones más adversas (…). Ha triunfado la verdad, la justicia», dijo.
«Todas las medicinas que buscaste, Alex, llegaron al pueblo. Todas las vacunas, llegaron al pueblo (…) Toda la gasolina que conseguiste, llegó. Todos los alimentos para los clap llegaron mientras tú estabas secuestrado (…) No pudo el odio, no pudo la venganza, no pudo la mentira. Y como siempre digo, no pudo hoy ni podrá jamás con nosotros», sentenció el mandatario.















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