ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: AP

Las bombas israelíes arrojadas en Gaza han asesinado la familia de más de 100 miembros de Bassel, un palestino para quien Cuba es la segunda patria. Así lo expone en su cuenta en X el presidente cubano Miguel Díaz Canel-Bermúdez.

«Hacemos nuestro su dolor, su indignación y su denuncia» ha escrito el mandatario cubano en un acto de conciencia que también revela rechazo absoluto contra otros casos de asesinatos masivos  de familias palestinas, hecho revelado desde el inicio de la despiadadas incursiones de la aviación del estado sionista sobre aquella franja de tierra palestina.

El pasado 16 de octubre, el sitio digital El Mundo reveló que al menos 18 miembros de una familia habían muerto en un ataque israelí que había alcanzado un campamento de refugiados en Nuseirat, a mitad de la martirizada zona de conflicto.

Días después, la  cadena de noticias qatarí 'Al Jazeera' confirmó la muerte de la esposa, el hijo, la hija y el nieto del corresponsal en jefe de la agencia en la Franja de Gaza, Wael Dahdouh. A esos decesos por causas tan violentas, se suman los de otros ocho  miembros de su familia, entre los que se encuentran tíos, sobrinos y primos.

El material periodístico cita declaraciones del canal árabe, que afirman que  los familiares del periodista  habrían sido instruidos por el Ejército israelí a abandonar la ciudad de Gaza, al norte del enclave, para dirigirse al campo de refugiados de Nuseirat, en el centro del territorio. Pero en ese último lugar los alcanzó una bomba.

La ira del periodista quedó registrada en un video tomado mientras sostenía el cuerpo sin vida de su hijo, en las afueras del Hospital al-Aqsa. Se le aprecia gritando: ¿Se vengan de nosotros con nuestros hijos? El mundo sabe que los sionistas hacen todo lo posible por asesinar la verdad en torno a lo que ocurre en Gaza. En el momento de la muerte de sus seres queridos, Dahdouh cubría  otro bombardeo que acabó con la vida de al menos 26 personas.

El sitio digital CTXC, en el artículo Una fábrica de asesinatos en masa, publicado el 5 del mes en curso con la firma de Yubal Abrahan, es citada una investigación realizada por +972 y Local Call, en la cual se afirma,  a partir de conversaciones sostenidas con  miembros y exmiembros de los servicios de inteligencia israelíes, que durante el desarrollo de la operación Espada de Hierro (puesta en marcha después del  ataque dirigido por Hamás al sur de Israel, el 7 de octubre), el ejército sionista ha ampliado de forma notoria los ataques a objetivos no militares, entre los que aparecen  residencias particulares,  edificios públicos, infraestructura urbana y bloques de pisos, contemplados para el bombardeo sobre «objetivos de poder».

El artículo cita a fuentes de inteligencia que experimentaron de primera mano en el pasado en la franja de Gaza los bombardeos de esos objetivos, las cuales aseguran que se pretende  generar conmoción en la sociedad civil palestina, de manera que exista una fuerte repercusión y conduzca  a los civiles a presionar a Hamás.

Esas fuentes consultadas bajo la condición de anonimato absoluto, revela el material, también confirmaron a +972 y Local Call  que el ejército israelí tiene ficheros que incluyen hasta las viviendas, lo que le facilita calcular  el número de civiles que es probable que mueran en un ataque a un objetivo en particular. Esas cifras, se asegura,  las calculan y las  conocen con antelación las unidades de inteligencia del ejército, por lo que pueden determinar  con seguridad poco antes de llevar a cabo un ataque,  cuántos civiles más o menos van a morir.

No hay nada casual en la muerte de los integrantes de la numerosa familia de Bassel, el palestino hermano de Cuba, y de muchos otros residentes en la Franja de Gaza. Allí, es obvio, la maquinaria militar israelí ejecuta una intencionada y bien planificada masacre masiva.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.