ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El Programa del Buen Vivir para el Diabético, sustentado en el convenio de colaboración Cuba-Venezuela, ha reducido el índice de amputación a menos del 1 %. Foto: Giráldez, Laura Mercedes

Caracas, Venezuela.–Desde los 30 años Nancy Toro sabe que tiene diabetes mellitus. Cuatro décadas más tarde, perdió la visión y dos dedos de su pie derecho, y ha tenido obstrucción en algunas arterias. Sin embargo, en febrero de 2023 comenzó a atenderse con los especialistas cubanos, y su vida ha cambiado.

«Mi pie ha mejorado mucho con el nuevo tratamiento. Es muy difícil vivir con esta enfermedad. Hay que tener control sobre la alimentación y la higiene». Esos son cuidados que aprendió con sus nuevos médicos, en el CDI Ibis Pino, uno de los centros donde esta semana se lleva a cabo una gran jornada por el Día Internacional de la Diabetes.

Esta patología crónica no transmisible se encuentra en el noveno lugar en la lista de las principales causas de muerte en el mundo. En Venezuela es un padecimiento común. De ahí que una de las principales acciones que comprende esta jornada a nivel nacional son las charlas preventivas y de capacitación en la comunidad, para concientizar sobre la responsabilidad personal en los tratamientos.

«Es una actividad asistencial integral, pues cuenta también con servicios en las áreas de angiología, podología, fisiatría, oftalmología, medicina general e interna, nutrición, gastroenterología, ecografía, cura de úlceras por presión y despistaje», explica la doctora Tatiana González Estévez, coordinadora nacional del Programa del Buen Vivir para el Diabético en Venezuela.

Este proyecto, que en 2023 arribó a sus 15 años, es «bandera» dentro del convenio binacional que hermana a ambas naciones. Así lo reconoce el doctor José Suárez Ayala, director del Área de Salud Integral Comunitaria (ASIC) Sierra Maestra, donde se encuentra enclavado el CDI Ibis Pino.

Sobre el «enorme impacto de las jornadas», asegura que se debe a que permiten la captación de nuevos casos y, sobre todo, a su capacidad de resolución de un número mayor de casos que los que se atienden día a día». Además, es una oportunidad más para que cubanos y venezolanos trabajen de conjunto en función del bienestar del pueblo.

Compartir experiencias y conocimientos entre especialistas de los dos países es de gran valor para nosotros –remarca–, pues «es bien sabido que la Medicina cubana es de excelente factura, y su trabajo con los pacientes diabéticos es de los mejores del mundo».

Precisamente uno de los tratamientos más efectivos para la úlcera de pie diabético es el Heberprot-P, producto líder de la biotecnología cubana, que ha llegado a todas las zonas asistenciales de Venezuela.  

Al respecto, Suárez Ayala reconoce «el impacto real en la disminución de la incidencia de la patología y de las lesiones de pie diabético en la comunidad». También habla del «impacto afectivo-cognitivo, ya que un paciente compensado puede reincorporarse a sus actividades en la sociedad».

Los de la Mayor de las Antillas le salvaron a Nancy Toro no solo su pie, sino también la vida. La descompensación de la diabetes puede terminar en la muerte. Bien lo sabe ella que, «agradecida», tras cada consulta les dice «hasta luego».

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.