En el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Cuba, en nombre del Grupo de los 77 y China, reiteró su firme e inequívoco apoyo a los esfuerzos y aspiraciones de desarrollo económico del pueblo palestino en el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y de la población árabe en el Golán sirio ocupado.
En un debate sobre la soberanía de Palestina, el Grupo destacó su preocupación que ha transcurrido medio término desde la adopción de la Agenda para el 2030, donde los pueblos palestino y sirio ocupados todavía están muy relegados en su implementación y no serán capaces de alcanzar el desarrollo sostenible, mientras no tengan soberanía sobre sus recursos naturales.
Además, llamó a todos los Estados y organizaciones internacional a continuar aplicando activamente políticas que garanticen el respeto a sus obligaciones bajo el Derecho Internacional con relación a todas las prácticas y medidas ilegales israelíes en el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, en particular, la expansión de asentamientos y la explotación de los recursos naturales.
También, reafirmó el derecho inalienable del pueblo palestino y de la población del Golán sirio ocupado sobre sus recursos naturales, incluidos la tierra y los recursos hidráulicos y energéticos, y exige a Israel, la Potencia ocupante, que deje de explotar, causar daño, destruir, agotar o poner en peligro los recursos naturales del territorio.
Por otra parte, Cuba como presidente del G 77 y China, reiteró su exhortación a la comunidad internacional para que asuma sus responsabilidades de brindar protección al pueblo palestino, de conformidad con el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas.
Mientras, en adición al discurso pronunciado por la Isla en nombre del G77 y China, el viceministro primero de Relaciones Exteriores de Cuba, Gerardo Peñalver, expresó nuevamente nuestra solidaridad con el pueblo palestino y manifestó su profunda preocupación ante la actual escalada de violencia.
Advirtió que la violencia solo conducirá a un aumento de las tensiones y empeorará el sufrimiento de la población civil. Afirmó que la situación actual debe detenerse, ya que si continúa, la comunidad internacional será testigo pasivo del sufrimiento del pueblo palestino.
Por último, condenó enérgicamente la destrucción de viviendas, hospitales e infraestructura civil, así como la privación de servicios esenciales, como el acceso al agua, la electricidad y el combustible: «Estas acciones representan graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario y deben cesar de inmediato».















COMENTAR
Responder comentario