
Nueva York.–Cuentan que mucho sufrió en esta ciudad el Padre Félix Varela desde que, hace 200 años, llegó a ella. Y aun así, «él siempre mantuvo cordialidad con todos».
Así lo contó al Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la Iglesia de la Transfiguración, monseñor Octavio Cisneros, obispo auxiliar emérito de Brooklyn.
De cuánto marcó la historia de la iglesia de Estados Unidos la labor del Padre Varela; de la sabiduría y del compromiso, mostrados también en este país, habló Monseñor al Jefe de Estado.
A Varela, patriota precursor de la independencia cubana, padre de nuestra cultura genuina y forjador primordial de nuestra identidad ética, rindió honores Díaz-Canel en nombre del pueblo de Cuba.
Frente a la ofrenda de flores rojas y blancas, colocada ante un busto del venerable Padre Varela que honra en esta iglesia su vida y obra, rindió homenaje el dignatario cubano, junto a su compañera Lis Cuesta Peraza. Los acompañaron también el miembro del Buró Político y canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, así como otros funcionarios de Relaciones Exteriores.
Gracias por las atenciones y por preservar la memoria de Varela, se despidió el Jefe de Estado.
Poco después del homenaje, el Presidente Díaz-Canel, al referirse al Padre Varela en su cuenta de la red social x, dijo: «“El que nos enseñó primero en pensar”, quiso a Cuba tan isla en lo político como en la naturaleza y que debiera su independencia solo a sus hijos».
















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