El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, concedió una entrevista a Russia Today para explicar lo ocurrido con el grupo Wagner, que intentó propinar un golpe de estado a Moscú, incitado por Estados Unidos y las potencias occidentales, el pasado fin de semana.
El canciller ruso afirmó que EE. UU. muestra parcialidad hacia sus intereses propios y prejuicio en el conflicto. «De hecho, están librando una guerra contra Rusia a manos de los ucranianos», aseguró.
En lo que respecta a los reportes de que EE. UU. considera no imponer nuevas sanciones contra el grupo Wagner tras los recientes acontecimientos, el ministro afirmó que el enfoque de Washington «depende de lo que EE. UU. necesita concretamente de cualquier actor externo en una etapa concreta», citó RT.
Además, Lavrov elogió la participación del presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, en la solución de la situación, y resaltó que se esforzó para evitar un derramamiento de sangre.
Recordó que hace unos años se firmaron los acuerdos de Minsk, en los cuales se catalogó al batallón Azov de terroristas por el Congreso de EE. UU. Se escribió claramente que la ayuda de EE. UU. a Ucrania no debía extenderse a esas estructuras terroristas. «Todo esto se ha olvidado. El batallón Azov hace tiempo que fue rehabilitado», recordó Lavrov.
«Así que todo obedece a las reglas bajo las cuales Occidente quiere vivir o, mejor dicho, vive, y quiere que todos los demás vivan también de acuerdo con ellas. Reglas que no tienen nada que ver con el derecho internacional, ni con las leyes de ningún país, ni siquiera de Occidente», sentenció.
Para Lavrov, la situación en torno al grupo Wagner no puede plantear dificultades en las relaciones con socios y amigos de occidente y de Estados Unidos, mientras que las relaciones entre Rusia y Occidente ya han sido destruidas en su totalidad.
Comentando la cobertura informativa de las acciones del grupo Wagner, Lavrov indicó que la CNN reportó que la inteligencia estadounidense tenía información sobre la preparación de la rebelión unos días antes de los acontecimientos, pero decidió ocultar los datos. «Al parecer, con la esperanza de que la rebelión tuviera éxito», acentuó.
Al argumentar la propaganda de los medios occidentales acerca de los supuestos planes de Rusia de volar la central nuclear de Zaporozhie, Lavrov tachó estos informes de absoluta «tontería».
Añadió al respecto: «Aparece repetidamente en los medios, principalmente a través de los labios de los representantes del régimen de Kiev, y esto señala solo una cosa: todas estas personas han sido entrenadas, entre otras cosas, para llevar a cabo una guerra de información, en primer lugar por los anglosajones, los polacos e incluso los bálticos, que se han convertido en camaradas mayores para Ucrania».
El canciller declaró que el presidente del país, Vladímir Putin, mantuvo numerosas conversaciones telefónicas en las que sus homólogos expresaron su apoyo y la confianza en que la situación esté bajo control. Entre ellos los presidentes latinoamericanos Miguel Díaz-Canel, de Cuba, Nicolás Maduro, de Venezuela y Daniel Ortega, de Nicaragua.















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