En litigio legal se encuentra el uso en Estados Unidos de la píldora abortiva mifepristona, utilizada en más de la mitad de los abortos, luego de que un juez de Texas la prohibiera en todo el país con el argumento de que el medicamento no es seguro.
La batalla de sentencias llega meses después de que la Corte Suprema cancelara el histórico fallo del juez texano Roe vs. Wade, y otro, Matthew Kacsmaryk, lo anuló en espera de mayor información por parte del centro de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Pero hasta que se dicte un fallo total y acabado con esa orden preliminar dictada por el jurista texano queda prohibida la venta de la píldora mientras continúan los alegatos judiciales.
El diario La Jornada subraya que si entra en vigor, la sentencia de esa corte frustrará el juicio científico de la FDA y perjudicará gravemente a las mujeres, algo alegado por el Departamento de Justicia en su apelación.
«Este daño se sentiría en todo el país, dado que la Mifepristona tiene uso legal en todos los estados», afirmó la orden de anulación.
Mientras, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, condenó el dictamen de negación del medicamento como un ataque a la autoridad de la FDA y advirtió que podría abrir las compuertas para que otros medicamentos sean señalados y negados a las personas que los necesitan.
El propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió la semana pasada a luchar contra el fallo que suspende el uso de la Mifepristona y lo calificó de «un paso sin precedente para quitar libertades básicas a las mujeres y poner en riesgo su salud», citó la Jornada.
El duelo de opiniones legales, junto con las apelaciones, significa que es casi seguro que el asunto acabe en la Suprema Corte.
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