Cuba no olvidará al amigo mexicano El Cuate

Nos llamó la atención, del gran amigo mexicano El Cuate, su valor para encargarse de la compra del yate Granma en el año 1956 y alistar la expedición coordinada por Fidel para liberar a Cuba de la dictadura de Fulgencio Batista.

Con su delgadez extrema, su cadencia en el hablar y su fidelidad a la causa de los cubanos, mereció la amistad de Fidel, Raúl y el Che. Lo vemos partir con 97 años de edad, luego de estar internado en un hogar de ancianos en el municipio de Tecate, en el estado de Baja California, México.

Antonio Conde (su nombre) murió el 28 de marzo último, pero la noticia se divulgó ayer, quizá porque su muerte no es creíble, y hoy lo sabemos en la inmortalidad como a los grandes hombres.

Conde, a quien el líder cubano llamaría El Cuate –como alias en la clandestinidad–, relató a este diario, en 2016, el instante casi silencioso del encuentro en el año 1955, cuando Fidel penetró en su armería, indagando por unos rifles. Inmediatamente los dos se prodigaron confianza.

Así ocurrió, pero los cubanos que vinieron en el barco también confiaron en él y luego todo el pueblo, porque al conocerse la actitud del amigo mexicano se sintió más que una deuda: se sintió la gratitud eterna por el amor que dedicó generosamente a Cuba.