La familia de los cubanos en Río Tiznados

Caracas, Venezuela.–El estar separado de la familia es el mayor reto para Hernán Lescaille Cardona, jefe de la brigada de la Misión Agroalimentaria en la Empresa Socialista de Riego Río Tiznados. 

Sin embargo, él y el resto de sus compañeros que forman parte de ese equipo de colaboración internacionalista sabían de ese «sacrificio» cuando asumieron el compromiso de «apoyar las producciones agropecuarias de una forma sostenible en la tierra bolivariana. Este es nuestro aporte fundamental», remarcó en el balance anual de la Misión aquí, fruto del Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela.

En la Patria de Chávez y de Bolívar prestan servicio alrededor de una treintena de especialistas en distintos escenarios productivos, en función de beneficiar a los habitantes de las comunidades en las que laboran, así como a los DCI de esas zonas.

Aplicación de buenas prácticas y estrategias para incrementar la producción, el rendimiento y el autoabastecimiento en comunas, comunidades urbanas y periurbanas ante la carencia de recursos, así como el acompañamiento y la asistencia técnica con el fin de expandir y aprovechar integralmente los cultivos, son las tareas esenciales desarrolladas por los cubanos.  

Esta labor ha sido posible gracias al trabajo en conjunto entre los especialistas de ambas naciones, ese es el pilar sobre el que se sostienen los resultados alcanzados, remarcó el General Wilmer Noriega, gerente general del Instituto Nacional de Desarrollo Rural.

«Venimos a poner el nombre de Cuba en alto, hemos recibido el calor y el apoyo incondicional de los venezolanos con los que trabajamos. En la brigada nos sentimos en familia –advirtió Hernán Lescaille Cardona–. Vamos a seguir adelante porque la única manera de compensar a la familia por la distancia es obteniendo buenos resultados y ayudando a las familias de acá».