La República Popular Democrática de Corea, vencedora en varias guerras, primero contra los japoneses y luego contra la intervención estadounidense, creó, el 8 de febrero de 1948, el Ejército Nacional Revolucionario, que ha sido y es el escudo disuasivo para que el país asiático pueda desarrollar su modelo económico, político y social en un ambiente de paz.
Constantes amenazas militares, sanciones económicas y una intensa campaña mediática en su contra, forman parte del entorno adverso en el cual el pueblo, el ejército y el Partido del Trabajo, junto a la actual dirección, con su líder Kim Jong Un, llevan adelante su proyecto de nación.
En ese escenario, la República Popular Democrática de Corea ha desarrollado unas potentes fuerzas armadas, tal y como lo concibió el gran líder, Kim Il Sun. Junto al dominio del arte militar moderno y el manejo de armas sofisticadas, el Partido del Trabajo ha fomentado la preparación política e ideológica y los más estrechos vínculos entre el ejército y el pueblo.
El desarrollo militar, solo en el último decenio, se puede resumir con la realización exitosa, del lanzamiento de prueba del misil balístico intermedio estratégico de tierra-tierra Hwasong-10, en junio de 2016, y en mayo de 2017 el misil balístico intermedio estratégico de tierra-tierra Hwasong-12, de nuevo tipo.
También se realizó exitosamente la prueba del nuevo icbm Hwasong-14.
En noviembre de 2017 se realizó el lanzamiento de prueba del icbm Hwasongpho-15, superior al Hwasong-14, capaz de cargar ojivas nucleares de gran peso.
En marzo del pasado año el Ejército de Corea Democrática hizo el ensayo del nuevo tipo de misil táctico teledirigido; en septiembre, el misil crucero de largo alcance, nuevamente desarrollado; el misil hipersónico Hwasong-8, y el misil antiaéreo en octubre, un nuevo tipo del slbm, lo que indica claramente la velocidad de renovación de las armas estratégicas de distintas variedades.
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