¿Es la religión el opio de los pueblos?

Si de algo puede presumir Frei Betto es del profundo cariño y respeto que le profesa Latinoamérica. A sala completa, y con delegados que a pesar de no alcanzar asiento insistieron en escucharlo, el teólogo brasileño compartió en la V Conferencia Internacional Por el equilibrio del Mundo su clase magistral ¿Es la religión opio de los pueblos?.

Al referirse a la entrevista que le concediera el líder de la Revolución Cubana, y que posteriormente devino el libro Fidel y la religión, aseguró que esa fue la primera vez que un jefe comunista en el poder habló positivamente de la religión. 

Recordó que, para Fidel, desde un punto de vista político, la religión no era en sí misma opio o medicina milagrosa, aunque –añadió Frei Betto– puede serlo en la medida en que sirve para defender a los opresores y explotadores, o sirve para defender a los oprimidos y explotados, en dependencia de cómo se aborden los problemas del ser humano.

Se puede ser marxista sin dejar de ser cristiano y trabajar junto a los comunistas marxistas para transformar el mundo, dijo Fidel. Lo importante es ser revolucionarios sinceros dispuestos a erradicar la explotación del hombre por el hombre y a luchar por la justa distribución de la riqueza social, por la igualdad, la fraternidad y la unidad de todos los seres humanos.

«Hay que sacar a Paulo Freire de las bibliotecas», concluyó. Es necesario, desde la izquierda, trazar una pedagogía de trabajo popular que tenga en cuenta el factor religioso. No significa esto manipular la conciencia, sino reaprender a valorar la fe de las personas.