Si algo le faltaba al presente año 2022, en lo que a política internacional se refiere, se puso de manifiesto durante, y luego de la visita del presidente ucraniano Volodímir Zelenski a Washington por invitación de Joe Biden.
Para confirmarlo, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, acaba de asegurar que –oigan esto– «el plan de paz que presentó el mandatario ucraniano a su homólogo estadounidense va en buena dirección».
Será que el jefe de la diplomacia de Washington «confunde» el significado de la palabra paz y hasta olvida a qué y para qué viajó Zelenski a la Casa Blanca.
O es mentira que en las conversaciones Biden-Zelenski, en el discurso ante un congreso menguado, con muy baja asistencia, y en los demás actos ante las cámaras de televisión, solo se escuchó al mandatario ucraniano insistir en el pedido de más dinero y más armas, y los anfitriones, tanto Joe Biden como Nancy Pelosi, dijeron, una y otra vez, que «Estados Unidos seguirá enviando armas a Kiev y no abandonará a Zelenski hasta que Rusia sea derrotada».
¿De qué plan de paz habla el representante de la diplomacia estadounidense? ¿A qué buen comienzo se refiere?
Pero hay más: Blinken afirmó que «este fue un asunto que abordó esta misma mañana en una videollamada con sus homólogos del G7». Apuradito este señor, el mismo que últimamente realiza viajes por África y otros continentes, con una burda propaganda antirrusa y antichina, como centro de su agenda.
Y, en lo que parece más un ejercicio de humor negro, volvió con el chiste de fin de año, al remarcar que «las decisiones las debe tomar Ucrania», aunque su país «apuesta por una paz justa y verdadera».
El corre-corre en llamar a los europeos tiene, más que todo, la intención de que los del Viejo Continente se olviden del frío que ya les afecta, de la falta de calefacción debido a las sanciones impuestas a Rusia y que sigan –como corderitos– atentos a los reclamos del imperio yanqui.
No por gusto, horas después del fugaz viaje de Zelenski a Washington, y sin apenas «ordenar» los papeles con los nuevos compromisos de Biden –de armamentos, por supuesto– recibió la invitación para visitar a la Unión Europea.
Nada, de lo que se trata es de utilizar todos los mecanismos posibles –el mediático en primer lugar– para que los gobiernos de Europa no olviden la guerra en la nación euroasiática, en medio de las festividades por el fin de año –donde las hay–, y las grandes manifestaciones de protesta que se suceden a diario. Y lo más importante, no se olvide que tanto Estados Unidos como la Unión Europea han apostado a la guerra en Ucrania y a las sanciones a Rusia, aunque ahora se hable de un plan de paz para resolver ese conflicto, lo que, por supuesto, nadie puede creerse.
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Rubert Dominguez dijo:
1
24 de diciembre de 2022
09:47:49
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