Caracas, Venezuela.–Desvirtuar el repunte de la economía venezolana, a estas alturas se le hace imposible a los «fabricantes de dudas». Los molinos de la manipulación no logran pulverizar los dos dígitos de crecimiento económico –con tendencia al alza durante cuatro trimestres consecutivos– que mantiene el país desde el año anterior y en lo que va del actual.
La conexión entre esas estadísticas y la vida de las familias aquí parece cada vez más palpable.
En semanas recientes una encuestadora internacional identificó a más del 57 % de venezolanos con percepción de mejoras en la economía del país, que, de acuerdo con fuentes diversas, en lo que va de año registra el mayor crecimiento económico en Latinoamérica.
La encuesta de referencia confirma apreciaciones hechas públicas antes por organismos internacionales, como la Comisión Económica para América Latina (Cepal), así como por entes y autoridades venezolanos.
El resurgir económico de Venezuela tiene un pilar robusto en la gestión del presidente Nicolás Maduro, a juzgar por los datos que en su momento ofreció la International Consulting Service, empresa autora del referido sondeo, realizado a mitad de agosto.
Reconocida por más de la mitad de los encuestados, la tendencia al alza se da «en la economía real, no en la de papeles», sostuvo entonces el presidente Nicolás Maduro, y aseguró que ese resultado se logra creando nuevas riquezas.
El año 2022 va siendo «de avance en un nuevo orden económico interno», sustentó el mandatario en esa ocasión, y dijo que la dependencia de la renta petrolera va quedando atrás; «tiene que nacer la nueva economía productiva, diversificada, que vaya creando sus ciclos económicos virtuosos».
Los expertos ofrecen optimistas y bien fundados vaticinios sobre el desempeño de la economía venezolana, que apunta a mantenerse en alza al cierre del año en curso. De continuar ese ritmo, el crecimiento superará varias veces el 2,7 % pronosticado para Latinoamérica.
A contrapelo de ilegales e inmorales mordazas externas para obstruir el despegue de la Venezuela bolivariana, y despojarla de patrimonios de alto valor, como el oro retenido en un banco de Inglaterra, y la empresa Citgo, filial de Pdvsa, secuestrada en Estados Unidos, cada vez son menos los que, pese a zancadillas tales, se arriesgan a cuestionar otra verdad dicha por Maduro: el país «está saliendo adelante por esfuerzo propio».
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