ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Quien se diga revolucionario debe siempre decir lo que piensa y debe hacer según lo que dice. Foto: José Manuel Correa

Nuestros enemigos se pueden dar el oscuro lujo de la incoherencia, ese mezquino placer de decir una cosa y luego hacer otra, de defender hoy una causa y mañana denostarla. Nuestros enemigos pueden abjurar de todos sus principios, de esos ideales que alguna vez prometieron salvaguardar al precio de cualquier sacrificio.

Nuestros enemigos pueden ser sibilinos, moverse entre sombras, no dar la cara; pueden hacer gala de oportunismo y cambiar de rumbo según sople el viento, como veletas, o dedicarse a la vida de intrigantes, de hipócritas, de los que callan la verdad por conveniencia y agitan en el aire la bandera de la mentira y la traición.

Nuestros enemigos pueden hacer todo eso sin perder el sueño, sin conciencia que les hierva en las sienes, y siempre hallarán refugio y buen yantar; tendrán premios, homenajes y ovaciones. Pero nosotros no; nosotros no podemos darnos esos lujos, nosotros no podemos ser incoherentes y andar por el camino del mundo dando bandazos demagógicos. La incoherencia es nuestro pecado capital.

Quien se diga revolucionario debe siempre decir lo que piensa, sin que ello implique renegar de la asertividad o del tino; y, más importante aún, debe hacer según lo que dice, ni más ni menos, sin martirios absurdos. Convertirnos en estatuas silentes o monigotes del asentimiento daña al proyecto de emancipación individual y colectiva que propugnamos, propicia la viralización de los simuladores y convierte la complicidad ante lo mal hecho en condición del éxito.

Martí decía que libertad era el derecho de cada hombre a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía. Como todo derecho, creerlo conquistado de forma irrevocable es negarlo: por la libertad hay que luchar todos los días. Nos hacemos presos de nuestro propio confort si esperamos plácidamente, para decir la verdad, a que nos celebren de forma unánime por nuestra valentía y honestidad: siempre habrá quien esgrima autoridad para acallar las voces incómodas a su posición.

A los revolucionarios no nos esperan vítores y agasajos por hacer lo que debemos. Martí también dijo que la libertad era la tiranía del deber. No habrá opíparos banquetes ni fuentes de champán para los que decidamos seguir en la senda de la Revolución, porque sabemos de ara y no de pedestal. La altura relativa de un puesto, de un cargo, no nos dará soroche ni libaremos frenéticos las mieles del poder.

Nuestro discurso es el de la justicia social y la soberanía popular, es el discurso de la dignidad plena y de la equidad. Ese discurso no puede amparar a quienes batallan por privilegios, a quienes juntan en su nido, como urracas, los oropeles del latrocinio. Si la Revolución es de los humildes, por los humildes y para los humildes, no cabe en su seno quien solo sepa de frívola ostentación y de apetencias banales.

No nos son extraños los errores. No somos impolutos. No somos ascetas. Pero debemos aspirar a que no quede error sin corregir, a limpiar las inevitables máculas que caen sobre cualquier obra humana, debemos aspirar a la austeridad de los que no medran con el peculio público, al sobrio carácter de los que no usan influencias y afectos como moneda de cambio. Debemos ser paladines de la verdad aunque la verdad nos desnude y nos hiera.

La incoherencia es el pecado capital de los revolucionarios. Ser de otra forma, aspirar a otras metas, implicaría antagonismos irreconciliables con nuestros valores fundacionales; antagonismos que pondrían en vilo los cimientos del socialismo en Cuba, esa obra perfectible y llena de andamios que persistimos en edificar, convencidos de que una alternativa al injusto statu quo es necesaria.

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Jose Ramon Alvarez Herrera dijo:

1

3 de septiembre de 2022

09:55:49


Brillante razonamiento. Los que hemos decidido entregar nuestra energia y nuestras vidas a la obra GIGANTE DE FIDEL solo nos queda GRITAR ABAJO EL BLOQUEO, PATRIA O MUERTE VENCERERMOS

José Ángel Sánchez Duany dijo:

2

4 de septiembre de 2022

10:16:22


Esa es la obra de Fidel. Y yo digo Donde quiera llevó el saber Que ser culto es la libertad Le quitó horror y maldad A ese mundo injusto tan cruel Por lo tanto tu eres Fidel Pues un padre de la humanidad.

Zunilda dijo:

3

4 de septiembre de 2022

11:22:09


Excelente artículo, ojalá todos los cubanos patriotas y en especial los profesores que forman a los jóvenes relevos de esta hermosa obra que es la Revolución lo usaran en el interactuar con sus estudiantes. Abajo el bloqueo.

Noralba dijo:

4

5 de septiembre de 2022

15:38:25


Excelente artículo, los revolucionarios hemos de andar con la daga bajo el brazo, errores cometemos y hay que saber enmendarlos, tomarlo de experienciancias y seguir adelante. Patria o Muerte Venceremos

Rosalinda Chanagá dijo:

5

5 de septiembre de 2022

15:59:27


Excelente. Comparto sus ideas plasmadas en este artículo, de principio a fin. Y me alegra que jóvenes, cómo usted, estén al frente en la defensa de la Patria pues sé que mientras haya jóvenes revolucionarios habrá futuro . Gracias .

Lidia García Rodríguez dijo:

6

5 de septiembre de 2022

17:41:15


Excelente artículo, excelente contenido, coherencia en el pensar, el decir y el actuar, nuestro Fidel dice en el concepto de Revolución,...."No mentir jamás, mi violar principios éticos"... VIVA LA REVOLUCIÓN !!!! Como único proyecto capaz de lograr la justicia y dignidad de nuestra nación. Entre todos saldremos adelante.

Claudia dijo:

7

5 de septiembre de 2022

18:13:49


De acuerdo, pero Decir Sí al Código de las Familias es parte de ese ejercicio que nos hace elevarnos por nosotros y por los otros, por la Justicia y la Soberanía. Viva la Familia Cubana amparada por su Revolución, Viva el Sí al Código de las Familias.

alain dijo:

8

7 de septiembre de 2022

23:06:07


Uno de los mejores análisis de los que nos toca a los verdaderos revolucionarios, los que se sienten y actúan como piensan al lado de los humildes