Un equipo internacional de científicos identificó en la región noroeste de China un virus denominado Langya, o virus LayV. La enfermedad, que actualmente afecta a decenas de personas, infestó por primera vez en el año 2018 a un granjero de 53 años en la provincia de Shandong.
Según informó National Geographic, un derrame zoonótico entre los granjeros de la región noroeste de China fue provocado por este virus. Treinta y cinco pacientes positivos ya se registran en el país.
El 4 de agosto de 2022 se documentó oficialmente, según consta en un artículo publicado en New England Journal of Medicine. Los investigadores argumentaron que pertenece a la familia henipavirus, la misma familia de los virus Nipah y Hendra, cuyo índice de mortalidad es alto.
Por otro lado, hasta el momento no existen vacunas aprobadas para tratar ninguna de estas enfermedades.
Todos los casos han sido consecuencia de interacciones con musarañas, una especie que prolifera al noroeste de China. A este fenómeno se le conoce como «derrame zoonótico». Sin embargo, las investigaciones aún no registran infecciones transmitidas de humano a humano.
Las musarañas, unos mamíferos pequeños, no son los únicos que se han infectado del virus. En este sentido, los topos pequeños ya cuentan con rastros de la enfermedad en sus teijdos y orina. Asimismo, se infestaron además algunos perros domésticos y cabras en un porcentaje del 5 % y 2 %, respectivamente.
Aunque todavía no hay infecciones de humano a humano, los científicos son incapaces de descartar la posibilidad de que estas transmisiones se presenten en el futuro.

El profesor de biología de sistemas computacionales en el University College London, Francois Balloux, aseguró que por el momento la enfermedad no representa una amenaza global. Ante las informaciones de algunos medios calificándola como una nueva pandemia, Balloux retificó que no parece «una repetición de la COVID-19 en absoluto».
El científico expuso que Langya es mucho menos letal que otras enfermedades de su misma familia. En su cuenta personal en Twitter, escribió sobre la probabilidad de que este virus «no se transmita fácilmente de humano a humano».
Entre los síntomas destacan: fiebre y dolor de cabeza; tos y vómitos; fatiga, pérdida de apetito; vómitos y dolores musculares. Algunos de los pacientes en China desarrollaron «signos de daño renal y hepático», documenta Deutsche Welle. «Hasta el momento no se han reportado muertes», resaltó National Geographic.
Aunque hasta el momento no se han reportado muertes, y el virus Langya no es una emergencia sanitaria todavía, las palabras de Goodall resuenan todavía. La primatóloga británica, Jane Goodall, ha insistido en la importancia de las prácticas sostenibles. En cambio, expresó que ello no funciona sin los planteamientos contundentes y firmes de nuevos acercamientos a la gobernanza en las potencias mundiales.
La científica advirtió sobre el respeto y la conciencia hacia la naturaleza como la vía más segura e inmediata para la prevención de más pandemias en el mundo.


 
                        
                        
                        
                    












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