La compañía Nord Stream AG suspendió este lunes, temporalmente, el suministro de gas de Rusia a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1 debido a las operaciones anuales programadas de mantenimiento preventivo.
Sus dos tuberías estarán desactivadas desde el 11 hasta el 21 de julio. Durante este periodo, se realizará un test de componentes mecánicos y sistemas de automatización «para garantizar la explotación eficaz, segura y fiable del gasoducto», informa Russia Today.
Mientras duren los trabajos en el gasoducto, la única vía para proporcionar gas ruso a los países de Europa occidental y central es mediante una tubería de tránsito a través de Ucrania. La parte ucraniana últimamente confirmó las demandas a través de esta ruta, por la cantidad de tan solo unos 40 millones de metros cúbicos al día.
ESPAÑA Y SU CONFLICTO CON ARGELIA
Otra arista de lo que está suciendo con este combustible, también en el continente europeo, surge como parte de la crisis de Madrid con Argelia, situación debido a la cual Estados Unidos se ha consolidado como el principal proveedor de gas natural a España, según datos publicados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) del país ibérico.
En mayo, el 35,4 % de las importaciones de ese combustible por parte de España tuvo su origen en el país norteamericano, frente a un 25,1 % proveniente de la nación africana, que sigue siendo el segundo mayor suministrador.
Según el diario El País, el volumen de gas procedente de Estados Unidos se ha triplicado respecto al año pasado, ya que durante los cinco primeros meses de 2021 cubría menos de un 11 % del consumo total español.
En este sentido, si bien la Cores no ofrece datos sobre los precios, el gas natural licuado (GNL) -que se transporta en barcos- suele ser significativamente más caro que el que llega mediante los gasoductos.
Entre enero y mayo del año pasado Argelia aportaba casi la mitad del gas que se consumía en España, por lo que las importaciones desde esa nación han experimentado una caída anual.
La situación se debe, en parte, al cierre total, por orden de Argel, del gasoducto Magreb-Europa tras varios desacuerdos entre Argelia y Marruecos, así como una creciente tensión diplomática entre los gobiernos de España y Argelia, que podría afectar la renegociación del contrato de suministro para los próximos años.
i_Cores: En mayo, descienden las importaciones netas de #gas natural en #España: 29.245 GWh, -0,5% vs. may-21
— CORES (@i_cores) July 8, 2022
i_Cores: In May, natural #gas net imports decreased in #Spain: 29,245 GWh, -0.5% vs. May-21https://t.co/FCsTpjL0UW pic.twitter.com/ix4INiP93p
EL PAPEL DE ARABIA SAUDITA EN MEDIO DE LA CRISIS
El presidente de EE. UU., Joe Biden, viajará la semana siguiente a Arabia Saudita en busca de un incremento de producción de crudo para hacer bajar los precios; sin embargo, «muy probablemente» escuchará un mensaje desesperanzador: «No cuente mucho con que Arabia Saudita ayude a sustituir el petróleo ruso». Así lo advierte Reuters en un artículo titulado «Con el mundo en shock energético, el colchón petrolífero saudita se hace muy fino», en el que analiza si Riad –capital saudí- es capaz de aumentar su producción ante el panorama actual.
De acuerdo con Russia Today, esa nación produce unos 10,5 millones de barriles diarios, aunque el país asegura que puede incrementarlo hasta 12 millones. Sin embargo, la nación extrae el crudo a un nivel menor de la cuota acordada con los miembros de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En particular, las fuentes secundarias, que incluyen firmas de consultoría, agencias especializadas en información y precios del crudo utilizado por la OPEP para monitorear su producción, indicaban que la extracción saudita en mayo era de 10,42 millones de barriles al día, más de 100 000 unidades por debajo de su cuota y de lo que Riad aseguraba que producía.
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