La guerra en Europa sin solución previsible

Ante la complejidad de la guerra entre Rusia y Ucrania, el presidente ucraniano Vladímir Zelenski admitió que está listo para dialogar sobre la vida de la población del Donbass y Crimea: «Respecto a la OTAN, me enfrié en cuanto a esta cuestión hace mucho tiempo, después de que entendiéremos que la OTAN no está lista para aceptar a Ucrania», según una entrevista con ABC News.

El presidente francés, Emmanuel Macron,  dijo en su primer mitin de campaña electoral que Rusia y su pueblo deben ser tratados con respeto e instó a preservar todos los vínculos diplomáticos bilaterales.

China solicitó que EE. UU. revele detalles sobre los laboratorios biológicos que se encuentran en territorio ucraniano y son financiados por Washington.

El portavoz de la Cancillería china, Zhao Lijian, pidió publicar la información sobre los tipos de virus que almacenan en los 26 laboratorios biológicos dentro del territorio ucraniano, aunque Kiev se precipitó a destruir todas las evidencias al tener la certeza de que serían tomados por los rusos.

Mientras, los precios del níquel, del petróleo y del gas aumentan debido al conflicto, cuando el Presidente de EE. UU. divulgó la prohibición de importaciones de petróleo y de gas de Rusia.

La tonelada de níquel está por primera vez en 100 000 dólares,  el petróleo se cotiza en 130 dólares el barril y el gas ya supera los 3 000 dólares por mil metros cúbicos.

Como parte de la rusofobia desatada se ha agredido el libre flujo de información, a conveniencia de quienes han provocado la actual crisis europea, es decir, EE. UU. y la OTAN. La compañía Cogent, que brinda servicios de internet, había informado a las firmas rusas la interrupción de sus servicios a partir del 4 de marzo. Como si no fuera suficiente, han aplicado a Rusia restricción de visibilidad y posicionamiento mediático en los buscadores, que mantienen un oligopolio casi absoluto, todos manipulados desde San Francisco.