Cuando Chávez fue Bolívar renacido

Se sabe que el llanero de Barinas enardeció aquel día la medianoche de Caracas; que despertó a la patria, a toda Venezuela; y que su desafiante «por ahora», ante el fugaz tropiezo del camino, anticipaba cauces sin ultrajes, tiempos sin olvidos; por fin el pospuesto alumbramiento de un sueño encarcelado. Dicen que en aquella y desde aquella noche-madrugada de febrero, Hugo Chávez fue Bolívar renacido, Martí resucitado, Fidel enaltecido.

Serafines, no adalides incuban las madres en sus vientres; el ángel nace; el héroe si –como Hugo– trae fibra y se dan las circunstancias, se hace. Así fue Chávez; soñó para su pueblo, y aquel sueño de niño moldeó al héroe. Lo hirió el contraste del pobre y el lujoso, mientras, arañero en pantalones cortos y alpargatas, pregonaba por las calles polvorientas de Sabaneta, en ayuda del sostén familiar.

Supo de hazañas épicas contadas por Egilda, la maestra, y por la abuela Rosa, surtidora de crónicas egregias. La humildad del barrio y mil historias forjaban la leyenda.

Un día, hastiada de abandono Venezuela, herido Hugo –ya entonces joven militar– ardió el rebelde en sus adentros, y hacia afuera, en sintonía vibrante, los llanos y los cerros.

Treinta años de osadía, 30 combates en las urnas desde entonces, en Barrio Adentro muchos más. Milagros en la cultura, en el deporte, en los ojos y las escuelas.

Del burgués extremista y su tutor, en tiempos de pandemia: sabotajes, amagos de invasión, violencia, fallidos magnicidios, activos usurpados, ilícitas sanciones criminales, cerco económico, fantasmas poderes paralelos… hasta dejar en ¡uno, apenas en un dólar recaudado, por cada cien que recibía en años de pujanza! 

Guerra total. Y la revolución del 4 de febrero, en alto, vertical. Más lozana, en tanto hecho de pueblo el nuestroamericano abrazo, ya sin pausa, de Chávez y Fidel, que une y fortalece. Es un misterio, dicen del país en victoriosa lucha y resistencia, que tiene alma y arma en el llanero de Barinas, aquel que enardeció la medianoche de Caracas, y despertó a la patria en toda Venezuela.