El pasado 12 de agosto de 2021, la aprobación en Uruguay del presidente Luis Lacalle Pou bajó a 47 % –ocho puntos menos que en la anterior medición–, mientras que la desaprobación pasó del 28 % al 32 %, según una encuesta que aparece en un despacho de la agencia española EFE.
En el historial del gobernante uruguayo hay acciones a las que ahora da continuidad con su postura lacaya durante la Cumbre de la Celac en México.
Recuerdo que, tras asumir el cargo de Presidente de la República, Lacalle Pou condenó al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, calificándolo de «dictador», además, no lo invitó a la toma de posesión de su cargo: «Es una decisión personal, de la cual me hago cargo», acotó. Tampoco se invitó a Cuba ni a Nicaragua.
Sus credenciales se conocen desde el momento en que ascendió a la silla presidencial, pues retiró a Uruguay de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), dio la orden de regresar al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y afirmó que su gobierno apoyaba a Luis Almagro en su reelección como secretario general de la OEA.
Sobrarían razones para conocer su «linaje» con estas acciones al servicio de los intereses de quienes, desde Estados Unidos, se empeñan en aplicar la Doctrina Monroe contra América Latina y el Caribe.
Sus vergonzosas diatribas contra Cuba en la Cumbre de la Celac, a las que el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, respondió con dignidad y altura ética, lo alejan del deber de un mandatario de al menos respetar a quienes lo escuchan.
¿Qué dirán sus conterráneos de quien ofende a la Isla digna y solidaria que, entre otras cosas, ha brindado colaboración médica a su país, y donde más de 100 000 personas han sido atendidas como parte de la Operación Milagro, creada hace ya casi 15 años?
En la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Montevideo los días 3 y 4 de noviembre de 2006, se pidió, unánimemente, al Gobierno de EE. UU. cumplir con lo dispuesto en las sucesivas resoluciones aprobadas en la Asamblea General de las Naciones Unidas de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene contra Cuba.
En aquella ocasión, los periodistas cubanos que asistimos a reportar la cita, pudimos visitar y conocer el naciente proyecto solidario que empezaba a hacerse realidad con la atención a personas con afecciones oftalmológicas como parte de la Operación Milagro, que ha salvado la vista a miles de personas, principalmente de las capas más vulnerables de la sociedad uruguaya.
Lo que comenzó con una pesquisa, realizada por tres especialistas cubanos en octubre de 2005, continuó con el envío a Cuba de los primeros 13 pacientes para que fueran operados en nuestro país. Luego, en una primera etapa, se realizaron 27 vuelos hacia Cuba, con 2 027 enfermos a los que se les salvó su visión.
En ese proceso se creó en Uruguay el Hospital de Ojos José Martí, inaugurado el 29 de noviembre de 2007, y se comenzó a brindar un servicio que, hasta ese día, solo se podía recibir en centros privados y a costos altos.
Vale recordar estos hechos, donde priman la solidaridad y el amor, para quien, como el lacayo de Lacalle, prefiere sembrar odio y división entre nuestros pueblos.
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Bernardo Hiran Sanchez Melo dijo:
1
22 de septiembre de 2021
23:58:54
lionis dijo:
2
23 de septiembre de 2021
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Felo dijo:
3
23 de septiembre de 2021
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silvia palacio dijo:
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23 de septiembre de 2021
10:55:47
john Bennett dijo:
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23 de septiembre de 2021
11:09:23
Orestes Tosar Respondió:
23 de septiembre de 2021
18:53:23
Andrei dijo:
6
23 de septiembre de 2021
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Julio Irigoyen dijo:
7
23 de septiembre de 2021
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MDEAUY dijo:
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23 de septiembre de 2021
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pjmelián dijo:
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23 de septiembre de 2021
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Zulema dijo:
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23 de septiembre de 2021
21:33:46
Mercy Sierra dijo:
11
23 de septiembre de 2021
21:48:01
Mercy Sierra dijo:
12
23 de septiembre de 2021
21:50:36
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