El doctor Luis Orlando Olivero Serrano, coordinador de la brigada médica cubana en Haití, informó a Granma sobre la compleja situación en que desarrollan su labor, fundamentalmente de asistencia a los heridos por el sismo de magnitud 7,4 grados ocurrido en el sur de ese país.
«De la brigada, compuesta por 253 cooperantes, todos se encuentran bien. Una parte importante de ella, en las regiones donde labora, no padeció afectaciones por el terremoto. En el sur del país, en el departamento de Nippes, ocurrió la mayor cantidad de daños, tanto en la infraestructura como en la salud de la población», relató el también especialista en Medicina General Integral.
Olivero Serrano tiene una amplia experiencia en misiones médicas porque, por tercera ocasión, labora en Haití, y con anterioridad colaboró en Pakistán, Indonesia, Argelia, Bolivia, El Salvador y otros países. Argumentó que desde el primer momento, tras ocurrir el sismo, que dejó un saldo preliminar de 1 300 muertos y 5 700 heridos, más la destrucción de 13 000 edificaciones, los médicos cubanos ocupan las posiciones creadas para brindar mayor cobertura asistencial y a total capacidad.
«El trabajo más fuerte lo hacemos en la atención a politraumatizados, heridas abiertas, fracturas, traumas de cráneo, aplastamiento, quemadura de fricción y otras patologías relacionadas con la catástrofe», precisó el galeno, y aseguró que en la brigada existe un espíritu alto, se cuidan del azote de la pandemia y, quienes laboran en el sur, también están a buen resguardo.
Ellos han vivido experiencias singulares, como, «durante una réplica, efectuar un parto a la intemperie, o el susto de una compañera nuestra, coordinadora en el sur, quien transitaba por una calle en Okay y vio cómo se derrumbaban las edificaciones a ambos lados.
«En una zona clínica privada fallecieron médicos y trabajadores que quedaron atrapados en su interior, mientras nosotros evacuamos a los sobrevivientes», narró Olivero Serrano, quien dijo que a pesar de las condiciones de vida, los cooperantes cubanos han sabido crecerse ante las dificultades.
«Nosotros nos mantendremos en la primera línea de combate por la salud del pueblo haitiano, y tratando de mitigar los daños en el menor tiempo posible –añadió–. Pasaremos, donde las condiciones lo permitan, a la fase recuperativa, con la vitalidad de los servicios y de las condiciones de vida. Hoy trabajamos también en las áreas no afectadas en Aquín. Allí tenemos una unidad quirúrgica y se crearon otras facilidades temporales para remitir casos de complejidad e ir aliviando otros sitios del sur que tienen una situación más complicada».
Afirmó que mantendrá actualizados a nuestro pueblo de las acciones que se vayan desarrollando. «Le transmitimos a todos nuestros familiares confianza en que nos estamos cuidando, y que realizamos lo imposible por trabajar oportunamente para ayudar y socorrer al pueblo haitiano».
Relató que recibieron una llamada telefónica del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, interesado por el estado de salud de los cooperantes y por conocer detalles de la labor realizada en estos difíciles días. Igualmente quiso saber en las condiciones en que trabajan y viven. «Eso ha sido, sin lugar a dudas, una inyección de optimismo para que la brigada continúe trabajando», indicó el Jefe de la brigada médica.
Concluyó sus palabras con un «saludo a todos nuestros compañeros en la patria que están luchando denodamente contra la COVID-19, y que merecen también todo nuestro respeto y reconocimiento».
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