Las 242 medidas de Trump contra Cuba persisten, pero en EE. UU. crecen las voces que rechazan esa política (+Video)

Los cubanos residentes en EE. UU. intensifican su reclamo a la administración de Joe Biden por el restablecimiento de un flujo migratorio regular entre los dos países. Recientemente, un informe del Departamento de Estado difundió que 78 228 expedientes de pedidos de visas estaban abiertos hasta noviembre de 2020, lo cual ubica a Cuba entre los diez países con más casos sin resolver.

Lo anterior estimula la práctica de una migración irregular, con sus graves consecuencias para la dignidad humana. Estados Unidos, como se expresa en la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, el pasado 11 de marzo,  incumple el compromiso pactado de garantizar la llegada de 20 000 cubanos por año hacia ese país, de manera legal. Se suma, también, la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano que data de 1966.

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A esos obstáculos se une la suspensión del procesamiento y otorgamiento de visas por el gobierno de Donald Trump, que en 2017, alegando presuntos ataques sónicos que no han sido probados, redujo su personal diplomático en la Isla y trasladó los trámites consulares hacia terceros países.

«El Gobierno cubano seguirá trabajando para prevenir la migración irregular, insegura y desordenada, para impedir las salidas riesgosas que ponen en peligro la vida humana y luchar contra los actos de violencia asociados a este fenómeno y los delitos conexos, como la trata de personas y el tráfico ilegal de migrantes», se reafirmó en el texto de la Cancillería.

También organizaciones solidarias con Cuba en EE. UU., Canadá y naciones de la Unión Europea, preparan una marcha masiva para el 28 de marzo, bajo el nombre de Puentes de Amor, que incluye caravanas de autos por varias ciudades superpobladas para exigir a la Casa Blanca una solución que permita el proceso de reunificación entre las familias residentes dentro y fuera del archipiélago caribeño.

Esta iniciativa se realizó el 31 de enero último en siete urbes norteamericanas, desde las cuales los participantes abogaron por el levantamiento del criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE. UU. contra Cuba.

Igualmente destaca el pedido realizado por legisladores de 18 ciudades estadounidenses, que adoptaron resoluciones para pedir la normalización de relaciones entre los dos países.