El 18 de octubre fue declarado por un decreto gubernamental como Día de la Recuperación de la Democracia en Bolivia, fecha en la que fue elegido el presidente Luis Arce, tras un año de gobierno de facto.
De acuerdo con Prensa Latina, la decisión tiene como fundamento la victoria electoral del Movimiento al Socialismo (MAS), con la cual «se restableció el orden constitucional y se dejó en el pasado el régimen de facto y autoritario».
Recuerda también que ese gobierno «se caracterizó por una sistemática persecución, procesamiento, detenciones ilegales, enjuiciamientos y supresión de las garantías ciudadanas».
Además, anula una disposición de la entonces presidenta de facto, Jeanine Áñez, que declaró el 21 de febrero de 2016 como Día del Ciudadano, en alusión al referendo contra la reelección del entonces presidente Evo Morales, a la postre autorizada por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
La llegada al poder de Luis Arce, después de haber ganado las elecciones generales en primera vuelta con un contundente 55 % de los votos, ha significado una nueva etapa para los bolivianos, como bien lo anunciase el mandatario durante la toma de posesión.
Bolivia ha logrado así dejar atrás una de sus peores etapas, la cual deshizo, entre otras cuestiones, la gestión del MAS que convirtió a ese país en el de mayor crecimiento económico en América Latina.















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