Como ocurre tradicionalmente en el noveno mes del año, la sede de la ONU en Nueva York acoge una nueva sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), órgano integrado en la actualidad por 193 Estados miembros.
Este 15 de septiembre inició su 75ta. sesión en circunstancias especiales. Aunque no han faltado en esta oportunidad las intervenciones de los líderes mundiales sobre los temas más acuciantes de la agenda planetaria, las salas del recinto carecen de su habitual concurrencia y la ciudad estadounidense ha estado privada de la agitación característica de esta época del año. Distintas razones confieren un carácter histórico a esta magna cita internacional.
1.Un debate de alto nivel diferente
A causa de la pandemia de la COVID-19, los jefes de Estado y de Gobierno, cancilleres y las numerosas delegaciones no asisten físicamente, como es costumbre, al salón de la AGNU durante el debate general de alto nivel, que comenzó este 22 de septiembre. Ante la emergencia sanitaria global, el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso sustituir la manera tradicional de ese segmento –con discursos oficiales desde el podio– por el formato virtual con intervenciones grabadas en video, que se transmiten en la fecha prevista en la propia sala. No obstante, una persona por cada delegación está presente físicamente en la sede de la AGNU durante el debate general.
En estos meses, ante el azote del nuevo coronavirus, varios órganos de las Naciones Unidas adaptaron su labor mediante el empleo de las nuevas tecnologías en sus reuniones, como medida de seguridad para mantener el distanciamiento social.
2.Enfrentamiento a la COVID-19, un tema esencial
La lucha contra la pandemia resulta un tópico recurrente en los discursos de los diferentes dignatarios. La unidad, la cooperación y la solidaridad internacionales son esenciales para vencer al nuevo coronavirus y sus nefastas consecuencias económicas y sociales en el planeta, especialmente cuando Estados Unidos mantiene una postura individualista en este sentido.
Varios países exigen también el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales contrarias a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, que impiden, dificultan o encarecen los esfuerzos nacionales para el combate contra el virus y la recuperación post-pandemia.
De acuerdo con António Guterres, entre las prioridades que le gustaría que llevaran los líderes mundiales a la 75ta. Asamblea General de la ONU se encuentran el alto el fuego global y conseguir una vacuna que sea un bien público universal.
3.Setenta y cinco años de la ONU
En el año 2020, la Organización de Naciones Unidas celebra su aniversario 75, en medio de urgentes y peligrosos desafíos para la humanidad como el hambre, la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, los conflictos bélicos, la carrera armamentista, las guerras no convencionales, entre otros. Pero a los retos tradicionales, ahora se suman la lucha contra la COVID-19 y la defensa del multilateralismo, afectado como nunca antes por las prácticas egoístas de sus detractores que han llegado, incluso, a criticar a los organismos internacionales y a cuestionar la necesidad de la cooperación mundial.
La ONU tiene el reto de convertirse en una organización moderna y dinámica para la solución de los problemas globales, la preservación del mundo de hoy y del mañana, y la construcción de un orden internacional más democrático, justo y equitativo.
4.Presidente de la AGNU, por primera vez de Turquía
El diplomático turco Volkan Bozkir preside la actual sesión de la AGNU a lo largo de todo un año, en sustitución del nigeriano Tijjani Muhammad-Bande.
Su mandato en la AGNU se enfocará en cinco prioridades: renovar el espíritu de cooperación de la organización, reflexionar sobre las actividades de la propia Asamblea y emprender reformas para que sea eficaz y relevante, escuchar a las personas a las que sirve, cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y fomentar la igualdad de género, según sus declaraciones.
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