Luego de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (ue), el pasado 31 de enero, ambas partes trabajan para alcanzar un acuerdo de libre comercio; sin embargo, muy poco se ha progresado en las negociaciones.
Ya suman tres rondas de conversaciones; la última, celebrada la semana antepasada de forma virtual, pero aún no se vislumbran alianzas claras. Reino Unido incita a su antiguo bloque a ceder en su postura, o no habrá un convenio sobre su futura relación comercial.
El principal negociador de la nación británica, David Frost, dijo a la agencia Reuters que en estos momentos «el mayor obstáculo» para una comunión es la insistencia de la ue en incluir un conjunto de nuevas propuestas que afectan la igualdad de condiciones, al vincularse su país a las leyes y estándares del bloque.
Según lo establecido en el tratado de retirada, firmado en octubre pasado, ambas partes tendrán hasta finales de este año para definir los términos de la alianza comercial. Pero Frost dejo claro que no podrán avanzar si la ue insiste en un acuerdo desigual.
Por su parte, el bloque europeo hace hincapié en los acuerdos de pesca y el acceso a las aguas pesqueras del Reino Unido, lo cual es uno de los principales escollos en las negociaciones.
Otros asuntos que oscurecen las conversaciones son los relacionados con la competencia desleal de las cortes europeas, los servicios financieros y los antiguos reclamos sobre devolución de objetos saqueados.
El bloque del Viejo Continente quiere tener garantías de que no habrá una competencia desleal a la hora de comerciar, por lo que aboga por mantener sus normas sobre derechos laborales, medioambientales y subsidios estatales como punto de referencia del futuro acuerdo de libre comercio.
Sin embargo, el primer ministro británico, Boris Johnson, adelantó que no aceptará alinearse con las regulaciones europeas relativas a los derechos laborales, los subsidios y el medioambiente, y además exige a Bruselas firmar un pacto libre de tarifas y aranceles.
Lo cierto es que en esta gestión las partes van en direcciones opuestas: el bloque europeo intenta mantener cierto dominio sobre Londres, y este no aceptará ningún pacto que no garantice el control sobre sus propias leyes.
También preocupa a los expertos en el proceso de post-Brexit que Johnson aspira a sellar este año con Estados Unidos el acuerdo de libre comercio que le prometió el presidente Donald Trump.
El director para el Reino Unido del Centro Europeo de Economía Política Internacional, David Hening, plantea que Londres corre un gran riesgo al mantener arreglos comerciales paralelos con Washington y Bruselas.
La nación británica, en su afán de reafirmar su nueva independencia post-Brexit y de restablecer su posición como líder mundial, anunciará también lineamientos para los tratados de libre comercio que pretende firmar con Australia, Japón y Nueva Zelanda, entre otros países.
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AlfredoMS dijo:
1
23 de mayo de 2020
17:59:23
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