Adusto y rígido, Mike Pence, vicepresidente estadounidense, es, por nombramiento del propio mandatario Donald Trump, el guía de la estrategia gubernamental contra la COVID-19.
Aun así, el inmunólogo Anthony Fauci es quien aporta el análisis científico sobre la situación en Estados Unidos, criterios muchas veces ignorados por Trump.
En medio de la desgracia que vive el pueblo, el Vicepresidente insiste en su imagen de hombre impenetrable. Días atrás, en una visita al hospital de Rochester, Minnesota, Pence rompió el protocolo y desestimó el uso del nasobuco, cuando saludaba a directivos del centro, rodeado de varias personas, todas con mascarilla.
Le preguntaron por qué no se protegía «Me han hecho la prueba y no tengo el virus», ripostó. Sin embargo, por si acaso, saludó con el codo a la autoridad hospitalaria que lo recibió.
¿Quiere Pence, precisamente cuando aumenta el número de fallecidos en EE.UU., irradiar una imagen de fortaleza del Gobierno? ¿Sugirió el encargado de la estrategia contra la pandemia que no hace falta protegerse para estar saludable? ¿Quién garantiza que en un primer test no sufriera la enfermedad y más tarde sea contagiado? Así de irresponsable fue la postura del Vicepresidente del país epicentro de la pandemia, que ha sufrido más muertes de las que le causó la derrota en Vietnam.
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Lengua con filo dijo:
1
6 de mayo de 2020
09:44:24
Me encanta Barbara Eden dijo:
2
6 de mayo de 2020
10:20:20
Pastor dijo:
3
6 de mayo de 2020
20:56:07
Ttorrens dijo:
4
7 de mayo de 2020
08:30:02
alexander dijo:
5
7 de mayo de 2020
11:36:00
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