Caracas.–El gobernador del Distrito Capital de la República Bolivariana de Venezuela, Darío Vivas, encomia los profundos, históricos e indestructibles lazos de amistad forjados con Cuba frente a las más adversas circunstancias y que ahora, ante la presencia de la COVID-19, representan una gran fortaleza.
El también Vicepresidente de Movilización y Eventos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) considera que esa identidad la nutre el hecho de «ser en la misma región las dos naciones que han levantado banderas de independencia, soberanía, defensa integral y dignidad, y esta lucha hoy, por la vida, nos une más y expresa, en la práctica, que la vía para la salvación de la humanidad es la construcción de sociedades que respeten y dignifiquen al ser humano».
Conversamos en la planta baja de la sede administrativa que custodia la Plaza Bolívar, sin muchos protocolos, porque las urgencias de estos tiempos exigen dinamismo. Están en juego la vida y el bienestar de mucha gente, y esa batalla es prioridad en su apretada agenda de trabajo.
Tuvo palabras de elogio a la colaboración entre los dos países, por «el desprendimiento que tienen el Gobierno y el pueblo cubanos para prestar la solidaridad en cualquier momento, sin importar siquiera los riesgos que acarrea esa movilidad».
El político venezolano considera esa como una primera lección asociada a los desafíos impuestos por el nuevo coronavirus sars-cov-2, causante de la pandemia que acosa a la comunidad internacional, pero «hay una segunda lectura», dice, y habla de cómo enfrentan estos retos dos sistemas políticos distintos de la geopolítica mundial.
«Los países desarrollados como Estados Unidos y la Unión Europea no prestan, no atienden ninguna solicitud de solidaridad. En cambio, vemos al pueblo y al Gobierno cubanos dando apoyo a los necesitados. Eso le está diciendo al mundo que hay dos modelos en pugna ante la presencia de esta pandemia», afirma categórico.
En su opinión, «uno inhumano, que no cree en la solidaridad, en lo colectivo, que lo privatiza todo y ve como un negocio la salud, y otro que responde más al interés de los pueblos, del ser humano, respeta el derecho humanitario, que lo expresa y lo practica. Esos modelos están en pugna», reiteró enfático.
Recuerda que «Venezuela, desde que comenzó el Gobierno revolucionario, siempre ha tenido estrechos contactos con nuestros pueblos, y a partir del 16 de abril de 2003 –fecha fundacional de la misión Barrio Adentro de Salud–, se ha fortalecido esa relación de compartir con el pueblo cubano en la atención a la salud de las personas más necesitadas».
Esas muestras de internacionalismo las están dando ahora mismo más de 22 000 cubanos que colaboran en 13 misiones sociales.
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