Caracas.–Como muestra tangible de que en su estoica resistencia la Revolución Bolivariana no está sola y que su ejemplo es fuente de inspiración para los pueblos del mundo, ayer continuaron las sesiones del Encuentro mundial contra el imperialismo, por la vida, la soberanía y la paz, devenido escenario de concertación de estrategias para luchar contra el afán hegemónico del neoliberalismo.
Durante toda la mañana los delegados nacionales y extranjeros, provenientes de más de 50 países, organizados en ocho mesas sectoriales, debatieron sobre las luchas por las reivindicaciones de los derechos de sus pueblos vulnerados por el capitalismo y las oligarquías nacionales y hubo consenso en que la unidad es imprescindible para alcanzar la victoria.
Representantes de Palestina agradecieron el acompañamiento en la lucha que sostienen contra la ocupación sionista de su territorio y solicitaron el apoyo de la clase obrera mundial a la convocatoria de los sindicatos y partidos políticos de boicot internacional al Gobierno israelí, para que cumpla con los estándares del Derecho Internacional, recomendaciones y resoluciones de organismos internacionales como las Naciones Unidas sobre el conflicto israelí-palestino.
También hubo llamados a reivindicar la historia frente a su tergiversación, que sirve a los propósitos de dominación simbólica del imperialismo. «El capitalismo no es lo que dicen los grandes medios», dijo un delegado de Jordania e invitó a retomar la definición hecha por Vladimir Ilich Lenin, a propósito del aniversario 150 de su natalicio, que el mundo celebrará este 22 de abril.
Otras cuestiones debatidas apuntan a la necesidad de reformular las herramientas de lucha frente al capital, pues «los partidos socialistas tienen la obligación de enfrentar al capitalismo y no gestionarlo, como sucede en algunos países», dijo un asistente belga, y enfatizó en el imperativo de luchar por construir la felicidad social, que solo puede alcanzar una sociedad democrática, inclusiva, socialista.
Las intervenciones revelaron los derechos negados todavía en el mundo a las mujeres, los afrodescendientes, los trabajadores y a los pueblos originarios, cuya cultura ancestral y sus manifestaciones son vilipendiadas y consideradas contrarias a las buenas costumbres humanas.
La delegación cubana, en cada una de las mesas de trabajo, ratificó el apoyo de la Patria de Martí y de Fidel a todas las causas justas de la humanidad que defienden la vida, la soberanía y la paz, y mostraron en todos los sectores la certeza de que un mundo mejor es posible.
También, la Revolución Bolivariana expuso realizaciones prácticas en favor de las personas más vulnerables y como a pesar de la cruel guerra económica impuesta por Estados Unidos hoy dedica el 76 % de sus ingresos a la inversión social. Los estudiantes hablaron de educación inclusiva, gratuita y de calidad y la regionalización y municipalización de la universidad como ejemplos que evidencian fortalezas.
Como colofón de la jornada de trabajo, los delegados se sumaron a la multitudinaria marcha antimperialista realizada en Caracas en apoyo a la Revolución Bolivariana y a su presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, quien desde el Balcón del Pueblo del Palacio de Miraflores, hasta donde llegaron los participantes, enfatizó: «Les hemos dado una lección al imperialismo norteamericano y al mundo imperialista de Europa, de que aquí hay un pueblo unido dispuesto a ser libre, dispuesto a hacer Patria».
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