Piensen en los cerebros de Pelé, Neymar, Messi y Cristiano Ronaldo. En milésimas de segundos, las sinapsis de sus 86 mil millones de neuronas generan cálculos (de distancia, velocidad, potencia del golpe) y habilidades que les permiten un desempeño excepcional con el balón, de igual forma que mantenemos una conversación trivial sin pensar en las palabras que fluyen en el diálogo.
El machismo también está enraizado en la estructura cerebral de los hombres. Lo cultural se transformó en estructural. Los hombres tenemos mucha dificultad para mirar el mundo con la óptica de las mujeres. Muchos se juzgan con el derecho de imponerles a ellas sus piropos, obsesiones y exigencias.
Las palabras no son inocentes, Patrimonio: padre que cuida de los bienes. Matrimonio: madre que cuida de la prole.
Ver la realidad con la óptica del otro es un excelente ejercicio educativo y terapéutico. Cuando estaba encarcelado en la Penitenciaría de Presidente Venceslau (SP) organicé un grupo de teatro con los presos comunes. En los ensayos, le pedía a cada uno de ellos que describiera el delito que había cometido, que por lo general era el robo. De inmediato llevábamos a escena la narración. El asesino se representaba a sí mismo. Luego invertía los papeles. El asesino representaba a la víctima o al policía. Eso les provocaba un cortocircuito mental.
En 1968, Jane Elliot, una profesora de una pequeña ciudad de Iowa (EE.UU.), al día siguiente del asesinato de Martin Luther King, demostró que sus alumnos tenían prejuicios, aunque no lo admitieran. Declaró que los mejores de la clase eran los que tenían ojos claros. Les prohibió a los otros usar el bebedero y jugar en el patio, y les pidió que usaran collares de perros para que los de ojos claros los pudieran identificar desde lejos.
El neurocientífico David Eagleman entrevistó recientemente a dos de aquellos alumnos, ahora adultos. Ambos de ojos azules. Uno de ellos admitió: «Fui malo con mis amigos. Yo era el nazi perfecto. Buscaba maneras de ser cruel con amigos a los que minutos u horas antes era muy cercano».
Al día siguiente, la profesora invirtió el juego. Los de ojos claros se sintieron muy mal en manos de los demás: «Los niños aprendieron que las verdades del mundo no son fijas y, además, no son necesariamente verdades. El ejercicio les proporcionó la capacidad de ver más allá de las distorsiones de los programas políticos y crearse sus propias opiniones» (Cérebro, uma biografía, Rocco, 2017).
Un hombre que piropea a una extraña está convencido de su superioridad y su impunidad. Mi amigo Joel le dijo un piropo pornográfico a una extraña y esta le puso una llave de luchadora de Muay Thai, y solo lo soltó después de oírlo pedir disculpas.
Los racistas, los homofóbicos, los prejuiciosos y los machistas enloquecen cuando son víctimas de discriminación, exclusión y humillación. Ponerse en el lugar del otro es la mejor pedagogía para entender el sufrimiento ajeno y suscitar compasión y solidaridad.
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amado dijo:
1
6 de agosto de 2019
09:03:59
Alba Respondió:
7 de agosto de 2019
00:28:31
francisco dijo:
2
6 de agosto de 2019
14:05:44
Mumford dijo:
3
7 de agosto de 2019
07:53:39
Guillermo Argudin Rodriguez dijo:
4
8 de agosto de 2019
16:35:21
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